La fragmentación del voto en las elecciones que se celebran hoy en Holanda mantiene la incógnita sobre sus resultados finales, según se desprende de las opiniones de electores consultados por Efe.
De confirmarse esa posibilidad, el Parlamento podría quedar más dividido que nunca y previsiblemente entrarían en él entre doce y catorce partidos, que podrían necesitar varios meses para negociar un Gobierno.
"He votado por el CDA (democristianos) porque soy cristiana y porque siempre me ha gustado su programa electoral. Su cabeza de lista (Sybrand Buma) defiende mejorar la Sanidad, y eso es importante para mí", explica Nel Korbee, una pensionista que acude a votar acompañada de su hermana.
"Yo estaba indecisa, pero me he decidido por el Partido de los Animales", dice Johana Korbee, también pensionista. "Marianne Thieme (su líder) no solo se preocupa por que los animales vivan mejor, sino también por el medio ambiente", añade.
A la pregunta de si han pensado votar al líder ultraderechista Geer Wilders, las dos responden que sí, pero explican que al final no lo han hecho. "Como persona me parece agradable, pero lo que dice es peligroso. Solo habla de una cosa: el islam y los extranjeros. Hay otros temas que también son importantes", indica Nel Korbee.
Otros votantes explican que en el pasado han votado al PVV de Wilders, pero que no confían en sus propuestas. "Tiene razón a la hora de identificar muchos de nuestros problemas, pero después no da soluciones concretas. Por eso he votado al CDA (democristianos), partido que en mi opinión defiende bien los valores holandeses", explica el electricista Richard Burman mientras su mujer asiente con la cabeza.
Quien en esta ocasión sí se ha decidido por el PVV es Astried Flink, una desempleada de más de 50 años. "No soy ninguna racista y también me gustaban otros partidos, pero en los últimos años han pasado muchas cosas que no me gustan. Por ejemplo, hay mucha gente que viene de fuera y no se adapta a nuestras costumbres ni aprenden nuestro idioma", puntualiza.
El matrimonio Steyger acude al colegio electoral de la mano. Ambos son pensionistas y dicen que nunca han votado a la derecha. "Yo he elegido al SP (Partido Socialista, formación a la izquierda del PvdA) porque son, sin duda, los que más se preocupan por la Sanidad", explica Ina Steyger.
Su marido, Hans, dice que está de acuerdo con su mujer, pero al final ha optado por el PvdA (Partido del Trabajo). "Vi el debate de anoche y me gustó como lo hizo el señor Asscher (su cabeza de lista), así que voy a volver a votar por su partido".
Su mujer, mientras tanto, niega con la cabeza. "En 2012 también voté por ellos, pero no me ha gustado como lo han hecho en el Gobierno. No han sido capaces de parar a los liberales", asegura.
Willem Roge tiene una visión similar. "El PvdA lo ha hecho fatal en estos últimos cuatro años. El SP, en cambio, va a luchar por bajar los alquileres y yo vivo de alquiler. Además, creo que deberíamos tener un sistema público de Salud, como dice Emile Roemer (su cabeza de lista)", explica.
Filiz Sozuer, una vendedora que en este momento está desempleada, llega las cabinas de votación acompañada de su hija, de 15 años. "Para mí su formación académica es lo más importante, y D66 (Demócratas 66, liberales de izquierda) es el partido que cuida más de la Educación".
Su hija adolescente dice estar de acuerdo con su madre, pero reconoce que si ella pudiera votar seguramente lo haría por Groenlinks (Verdes de Izquierda). "Mucha gente joven vota por ellos", reconoce su madre.
Kjeld de Jong, un trabajador de una empresa de consultoría, llega al colegio electoral en bicicleta mientras carga con su hija de apenas dos años, que va en una silla ajustada al manillar.
"Para mí el Gobierno lo ha hecho bien porque ha bajado el paro y hay más gente trabajando que nunca, así que he elegido al VVD (liberales de derecha)", explica de Jong, quien reconoce que "casi siempre" ha votado por el mismo partido.
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