Internacional

Los disturbios en Francia obligan a suspender la visita de Carlos III

Los graves altercados en París, Rennes, Nantes, Lorient y Burdeos se saldan con más de 440 agentes heridos

La visita del rey Carlos III de Reino Unido a Francia, que debía comenzar el próximo domingo, ha sido aplazada a causa de las protestas contra la reforma de las pensiones del presidente francés, Emmanuel Macron, que han derivado en disturbios. La decisión del aplazamiento la han tomado los gobiernos de los dos países después de una comunicación telefónica esta mañana entre el presidente francés y el Rey, según ha explicado el Elíseo en un comunicado. Se trata así, según la Presidencia francesa, de "poder acoger a su majestad el rey Carlos III en condiciones que correspondan con nuestra relación de amistad". Sobre las fechas en las que se hará finalmente esa visita, la indicación es vaga: "Se programará lo antes posible".

El Elíseo ha reconocido que este cambio de planes tiene que ver con las protestas contra Emmanuel Macron, y más en concreto con la nueva convocatoria de todos los sindicatos para una nueva jornada de movilización el próximo martes, que será la décima, después de la de ayer, que se caracterizó por manifestaciones masivas y múltiples altercados.

Los disturbios en que degeneraron algunas de las manifestaciones del jueves en Francia contra la reforma de las pensiones dieron lugar a 457 detenciones que llevaron a cabo las fuerzas del orden, entre los que hubo 441 agentes heridos. Las cifras las ha dado este viernes el ministro del Interior, Gérald Darmanin, quien en una entrevista al canal CNews ha señalado a la extrema izquierda como la responsable de los actos de violencia que se produjeron al margen de las marchas organizadas por los sindicatos contra la reforma del Gobierno. "La extrema izquierda quiere atacar la República y hay que dar un mensaje de condena", ha subrayado.

Darmanin ha insistido en defender la acción de los 12.000 policías y gendarmes movilizados ayer, que "protegieron a los manifestantes" convocados por los sindicatos en más de 300 desfiles por todo el país. Según sus propias cifras, hubo en torno a un millón de manifestantes (3,5 millones, según una de las centrales convocantes).

Graves altercados en varias ciudades

No obstante, el titular de Interior ha hecho notar que "esta movilización importante va de la mano de una radicalización de una pequeña parte", en particular "de la extrema izquierda" que se hizo notar en París, pero también en otras ciudades donde hubo graves altercados, como en Rennes, en Nantes, en Lorient o en Burdeos. En París hubo "1.500 vándalos" que se adelantaron al cortejo sindical y atacaron a los agentes con cócteles molotov, con adoquines y con barras de hierro. El departamento de Interior contabilizó 903 incendios de mobiliario urbano y de contenedores que en algunos distritos de París, como en otras ciudades, llevan acumulándose por la huelga de la recogida de basuras desde hace más de dos semanas.

Preguntado sobre si hay que renunciar a la ley de reforma de las pensiones ante la situación actual, la respuesta de Darmanin ha sido: "No creo que haya que retirar este texto por la violencia. Si no, la República no existe". Es más, ha justificado su aplicación pese a la gran impopularidad de esa reforma, que retrasa de 62 a 64 años la edad mínima de jubilación: "No es muy popular, pero hay que ser valiente. La impopularidad que nace de la reforma de las pensiones muestra que los políticos también están para la próxima generación y no sólo para la próxima elección".

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