Internacional

París salió a la calle contra el terror: millón y medio de personas contra el yihadismo y por la libertad

Francia se levantó en defensa de las libertades y contra todo tipo de terrorismo, especialmente el yihadista. La marcha Republicana congregó a un millón y medio de personas que abarrotaron las calles de París. El histórico acto se inició en la plaza de la República y finalizó en la plaza de la Nación. Fue encabezada por el presidente François Hollande, a quien acompañaron 50 líderes mundiales.

París se levantó en contra el terror. Una marea de más de millón y medio de personas, entre ellas 50 líderes políticos de todo el mundo -por España asistieron el presidente Rajoy y el líder de la oposición, Pedro Sánchez, entre otros-, tomaron las calles del centro de París en la manifestación convocada en defensa de la libertad de expresión y contra el terrorismo en general, pero especialmente el terrorismo yihadista. Tal era la multitud, que los manifestantes tuvieron que esperar para emprender la marcha, ya que el presidente francés, François Hollande, y los dirigentes mundiales que se hallaban en la capital gala, desplazados en autobuses desde el Palacio del Elíseo, llegaron con retraso precisamente por la ocupación de las calles por los ciudadanos.

Encabezaron la manifestación los familiares de las víctimas de los atentados terroristas de esta semana contra el semanario satírico Charlie Hebdo y del supermercado judío, en los que murieron 16 personas junto a una policía municipal asesinada también el jueves. El lema "Je suis Charlie" ("Yo soy Charlie") dominaba las pancartas y carteles exhibidos por los manifestantes que se encontraban en el recorrido entre la plaza de la República y la plaza de la Nación, en el este de la capital parisina.

Hollande: "París es hoy la capital del mundo"

Poco antes del inicio de la histórica marcha, el presidente francés, François Hollande, ante los miembros de su Gobierno manifestó que "París es hoy la capital del mundo", y vaticinó que "el país entero se levantará". Y, efectivamente, así fue porque el acto estaba concebido para defender los "valores de la república" y la respuesta ciudadana fue total. Durante el sábado, el primer ministro, Manuel Valls, había llamado también a los franceses a unirse en la marcha: "No somos sólo una suma de comunidades, somos una República con valores. Será un evento sin precedentes que debe mostrar el poder y la dignidad del pueblo francés que va a gritar su amor a la libertad y la tolerancia. ¡Venid!". Y los franceses fueron de forma multitudinaria, en una de las mayores marchas que se recuerdan en Francia.

Valls: "No somos sólo una suma de comunidades, somos una República con valores. Será un evento sin precedentes que debe mostrar el poder y la dignidad del pueblo francés que va a gritar su amor a la libertad y la tolerancia. ¡Venid!"

La Marcha Republicana, como se conoce ya al evento, partió de la plaza de la República y acabó en la plaza de la Nación. Hubo dos recorridos simultáneos: el primero fue por el bulevar de Voltaire, que conecta ambas plazas de París. El segundo dió un pequeño rodeo y recorrió la avenida de la República, el bulevar de Ménilmontant y el bulevar de Charonne.

El presidente de la región de Isla de Francia, Jean-Paul Huchon, había anunciado que los transportes serían gratuitos este domingo. De esta manera, todos los habitantes de París y alrededores pudieron unirse a la marcha sin ninguna traba, ni siquiera económica. No obstante, Huchon advirtió de que "la red de transporte público (de París) estará especialmente vigilada" durante el domingo, como así ha sido.

El ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, ya había asegurado que se habían tomado "todas las medidas" para "garantizar la seguridad"; y, en fecto, más de 2.200 policías formaron parte del enorme despliegue que protegió la marcha y que Cazeneuve calificó de "excepcional en muchos sentidos". Fueron los "encargados de mantener los itinerarios, de asegurar que hubiera hueco para la llegada y la salida de las personalidades y de canalizar a los participantes", según explicó el propio Cazeneuve.

Además, 150 policías vestidos de paisano protegieron a las distintas personalidades que asistieron a la manifestación. Veinte equipos de la Brigada contra el Crimen (BAC, por sus siglas en francés) se encargaron de la "detección de individuos en peligro". También se desplegaron tiradores de élite para supervisar el recorrido y 56 equipos de Policía para patrullar en motocicleta y proteger así a los coches oficiales y a los asistentes.

Presencia de personalidades

Una cincuentena de líderes de Europa y del mundo encabezaron la marcha junto al presidente Hollande. Allí estaban el primer ministro británico, David Cameron; la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, y el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, que se unieron a Hollande en la segunda cabecera, ya que la primera estaba destinada a los familiares de los asesinados por los yihadistas

Al acto acuden, entre otros, David Cameron, Angela Merkel, Mariano Rajoy, Matteo Renzi o Sergei Lavrov

También asistieron varios representantes de la Unión Europea, como el presidente de la Comisión Europea, el luxemburgués Jean-Claude Juncker; el presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, y la Alta Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, la italiana Federica Mogherini.

Varios líderes del mundo musulmán decidieron sumarse a la manifestación, como el presidente palestino, Mahmud Abbas; el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu; el primer ministro tunecino, Mehdi Jomaa, representantes de la Liga Árabe y varios líderes musulmanes de África que viajaron a París para pedir el fin del terrorismo islámico. Así, también estuvieron los presidentes de Malí, Ibrahim Boubacar Keita; Níger, Mahamadou Issoufou, y de otros países africanos como Gabón, Ali Bongo Ondimba.

A nivel francés, además de Hollande, participaron en la marcha el primer ministro, Manuel Valls, el expresidente Nicolas Sarkozy y los ex primeros ministros Edouard Balladur, Alain Juppé, Lionel Jospin, Jean-Pierre Raffarin, Dominique de Villepin, François Fillon y Jean-Marc Ayrault. Expresidentes como Valéry Giscard d'Estaing y Jacques Chirac no participaron por motivos de salud.

También hubo representantes de los principales partidos políticos franceses, excepto del Frente Nacional, cuya líder, Marine Le Pen, criticó el "electoralismo" y la "polémica indecente" de esta marcha.

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