Internacional

Las críticas a la austeridad en el seno del Gobierno francés tumban al Ejecutivo de Manuel Valls

"Alemania sirve a sus intereses personales, no a los de Europa", denunció el titular de Educación este fin de semana. Su colega de Economía cargó contra la política de austeridad "impuesta" por la "derecha alemana".

El presidente francés, François Hollande, ha encargado al primer ministro, Manuel Valls, la formación de nuevo Gobierno, tras la dimisión en bloque del Ejecutivo comandado por Valls, anunciada este lunes. Se espera que mañana se anuncie la composición del nuevo Gabinete. El motivo de la dimisión son las críticas públicas en los últimos días de los ministros de Economía y de Educación, Arnaud Montebourg y Benoît Hamon, a la política del Ejecutivo.

"Su composición será anunciada mañana", informó Hollande en un escueto comunicado.

Hollande recibió esta mañana al primer ministro, quien le presentó la dimisión de su Gobierno, formado hace cinco meses, tras la histórica derrota de los socialistas en las elecciones municipales del pasado marzo. "El jefe del Estado le ha pedido constituir un equipo en coherencia con las orientaciones que él mismo ha definido para nuestro país", señaló Hollande.

"Debate justificado"

Poco antes, Montebourg había señalado en la emisora Europe 1 que no se planteaba dimitir. "No me parece que se deje de ser ministro por la simple razón de aportar proposiciones a un debate justificado", dijo Montebourg, quien aseguró que no consideraba haber faltado a la "solidaridad gubernamental".

En una entrevista publicada este fin de semana en Le Monde, el titular de Economía e Industria había pedido al Gobierno que dejase en un segundo plano la reducción del déficit público. Montebourg, que representa al ala izquierda del Partido Socialista francés criticó abiertamente las decisiones de la "derecha alemana" que "ha impuesto a toda Europa la política de austeridad" y pidió un cambio de dirección.

"Alemania sirve a sus intereses personales", denunció el titular de Educación

En sus críticas le siguió el ministro Educación, que también pidió al presidente francés que se separe de la línea política de la canciller alemana, Angela Merkel. "Alemania sirve a sus intereses personales, no a los de Europa", declaró el titular de Educación.

Mala imagen

La popularidad del primer ministro francés se ha hundido en las últimas semanas de forma que se acerca a la del presidente Hollande que, pese a que registra mínimos históricos desde 2013, aún baja más. Sólo un 36% de los franceses estaban satisfechos con Valls en agosto, nueve puntos porcentuales menos que en julio, cuando ya había bajado otros seis puntos tras los cinco de junio, según la encuesta mensual del instituto demoscópico Ifop. Los que están contentos con la gestión del primer ministro -que lleva en el puesto desde abril- han subido hasta el 59% en agosto, ocho puntos más que el mes precedente.

El deterioro de la imagen de Valls no tiene casi precedentes en el historial de encuestas durante la V República, destacó Le Journal du Dimanche, que lo atribuye en parte al hecho de que no era normal que su percepción fuera muy diferente de la que tienen del jefe del Estado, cuando los dos son los jefes del equipo que dirige la misma política del país. La otra razón citada es que el primer ministro "paga" ahora el despeje de la "ambigüedad" de una posición que le había preservado, así como la falta de resultados en el terreno económico.

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