Las elecciones legislativas en Francia se han convertido en una votación clave para el devenir del país. Los franceses lo saben, de ahí la altísima participación: un 26,63% en el dato de las 12.00 y un 59,71% a las 17.00, unas cifras nunca vistas desde el año 1981, en una segunda vuelta de las elecciones legislativas que también dieron un vuelco al país. Tras el triunfo en las presidenciales de François Mitterand, la izquierda quedó en minoría en la Asamblea General, lo que le obligó a adelantar las legislativas, que se celebraron ese mismo año. Entonces, con una participación masiva, el socialismo obtuvo la mayoría necesaria para dominar el parlamento.
Aquellos comicios provocaron un claro giro a la izquierda de Francia, que hasta la fecha había tenido una mayoría parlamentaria conservadora. El resultado supuso un cambio de rumbo radical del país, ya que permitió a François Mitterrand desarrollar su agenda política. Puso fin a veintitrés años de dominio electoral de la derecha, concretamente desde 1958, cuando el histórico Charles de Gaulle dio inicio a la V República francesa.
Aquellas elecciones, como se presupone que puede ocurrir en estas con Le Pen y Bardella como protagonistas, cambiaron el guion de Francia, ya que Mitterrand estuvo al frente de la presidencia del país durante 14 años, el periodo más largo de la democracia francesa. Durante su mandato se esbozó la Francia actual: se regularizó de manera masiva la situación de los inmigrantes sin papeles, se adelantó la edad de jubilación a los 60 años y se subió de manera radical el salario mínimo. Unos pilares políticos que hoy muchos franceses rechazan alegando problemas de seguridad y un estancamiento de la economía. Así lo manifiestan a través de su voto a Agrupamiento Nacional (RN).
El compromiso de los franceses con las urnas ha superado incluso lo visto el pasado domingo, ya que la afluencia de votantes ha aumentado un 1,5%. Respecto a las elecciones de 2022, cuya participación se situó en un 18,99%, el crecimiento ha sido del 7,64%. Los resultados de la primera vuelta también batieron el récord de los últimos años, en donde Agrupamiento Nacional (RN) arrasó y se consolidó como el partido favorito para estos comicios.
En esa primera votación, la formación de liderada por Marine Le Pen logró 29,25% de los votos, mientras que el Nuevo Frente Popular ocupó el segundo lugar, con el 27,99% de los apoyos. Por su parte, el partido de Emmanuel Macron quedó relegado tercera posición. En esta ocasión, el NFP ha remontado y se ha convertido en primera fuerza política, seguido por los macronistas de Ensemble, relegando así a RN a la tercera posición.
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