Internacional

Francia sanciona a Italia por su negativa a acoger migrantes del Mediterráneo

"Habrá consecuencias extremadamente fuertes en la relación bilateral", ha afirmado el ministro de Interior de Francia tras la decisión italiana

Francia ha decidido acoger "con carácter excepcional" el barco humanitario Ocean Viking con 234 migrantes rescatados en el Mediterráneo tras la negativa italiana a dejar el barco atracar, pero afirma que "habrá consecuencias extremadamente fuertes en la relación bilateral" entre ambos países, así como entre Italia y la Unión Europea.

"El Gobierno italiano es el que sale perdiendo", ha afirmado en una conferencia de prensa el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin. Francia va a reforzar los controles fronterizos con Italia, y suspende "con efecto inmediato" el acuerdo de relocalizaciones que se estableció a nivel europeo para el reparto de migrantes rescatados por barcos humanitarios. Esto significa que el envío desde Italia a Francia de 3.500 migrantes que estaba previsto de ahora al próximo verano queda sin efecto. El ministro francés ha pedido además al resto de firmantes, partiendo de Alemania, a hacer lo mismo.

Asimismo, Francia va a organizar "en los próximos días" una reunión con la Comisión Europea y con Alemania para "sacar las consecuencias de la actitud italiana" porque, según insistió el portavoz del Gobierno francés, Olivier Véran, "Francia quiere que la respuesta sea europea".

Italia considera "incomprensible" la reacción de Francia

Desde Roma, el ministro italiano del Interior, Matteo Piantedosi, consideró "incomprensible" la reacción de Francia por 234 personas, teniendo en cuenta que según él Italia "acogió a 90.000 solo este año". Piantendosi ha denunciado la falta de "solidaridad europea" del resto de estados miembros a la hora de afrontar la problemática de la migración, y ha afirmado que el sistema de acogida italiano "está en una situación desesperada". Añadió que "Italia no podrá dar su apoyo a las soluciones de un Pacto europeo que no esté adecuadamente equilibrado entre las medidas de solidaridad y las de responsabilidad".

También Matteo Salvini, ahora ministro de Infraestructuras pero que en su etapa como ministro del Interior protagonizó algunas de las mayores polémicas en el país por la gestión de las migraciones, también ha denunciado como "inexplicable" la reacción de algunos políticos franceses ante la llegada de los 234 migrantes. Frente a los 90.000 acogidos por Italia, Salvini denuncia que Francia "solo ha aceptado 38, Europa entera solo 118".

El Ocean Viking, que se encontraba esta mañana frente a las costas de Córcega en espera de autorización de Francia o de Italia para atracar en un puerto, va a dirigirse finalmente a Tolón, donde serán desembarcados mañana los migrantes que van a bordo (esta mañana ya fueron evacuados cuatro en helicóptero por razones sanitarias). Eso se hará en el puerto militar de Tolón, donde se les prestará asistencia médica y donde se harán los controles para determinar quiénes son susceptibles de recibir el estatuto de refugiados, informa EFE.

El resto de los migrantes de este buque de la ONG francesa SOS Mediterráneo serán objeto de procedimientos de expulsión con carácter inmediato, según el ministro francés de Interior.

Los que puedan quedarse se repartirán siguiendo las mismas reglas del acuerdo europeo pero sin Italia: un tercio se quedarán en Francia, un tercio irán a Alemania y el resto a otros países de la UE que lo acepten, y de los que París espera respuesta.

Darmanin ha denunciado que la actitud de Italia impide el funcionamiento del acuerdo, y será "la gran perdedora" de esta situación.

"Fracaso" de la política europea

Para un portavoz de SOS Mediterráneo, en declaraciones para EFE, la crisis entre Francia e Italia por este asunto es muestra de "un gran fracaso" en la política europea, aunque no quiso entrar a comentar la decisión de París ni las consecuencias de la situación actual para la actividad de su organización. "Nuestro único objetivo es rescatar a las personas en el mar", indicó antes de asegurar que SOS Mediterráneo se conformará a las reglas que determinen las autoridades y que lo que quiere es "volver al mar lo más rápidamente posible".

La aceptación del Ocean Viking en un puerto francés, aunque sea teóricamente con carácter excepcional, tendrá también consecuencias en la política interior francesa, como lo dejó claro la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, quien ha aprovechado la polémica para criticar al Gobierno en redes, tildando la decisión de una "señal dramática de permisividad".

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