El Gobierno de Gibraltar ha condenado la incursión en Eastern Beach (playa de Levante) de una patrullera de la Guardia Civil esta martes. La presencia de una embarcación policial extranjera consideran las autoridades gibraltareñas que es "un peligro para los bañistas y otros usuarios de la playa".
La incursión de los agentes españoles es "una afrenta y un desafío a la soberanía de las Aguas Territoriales Británicas de Gibraltar". En el comunicado las autoridades del peñón dicen que esta situación socava la "confianza en España y en sus cuerpos de seguridad" y han aludido a que es una práctica continuada a lo largo de los últimos meses.
Cabe recordar que la fricción entre España y Reino Unido sobre las aguas que bañan el Peñón se sostienen en la interpretación del Tratado de Utrecht firmado en 1713, de cesión de soberanía de este espacio. Madrid sostiene que el acuerdo únicamente incluye la parte terrestre y no la marítima, mientras que Londres y el Peñón consideran que el tratado asume de forma implícita que las aguas también les corresponderían.
El Gobierno ha considerado muy grave este incidente y ha planteado el asunto directamente al Reino Unido. La actuación de la patrullera española, consideran desde el gobierno de Gibraltar, es "totalmente inaceptable y los agentes que iban a bordo deberían saber que no deben permitirse un comportamiento tan provocador y peligroso".
El Ministro Principal, Fabián Picardo, ha declarado: “Las acciones de la Guardia Civil son ilegales según el derecho internacional y son una pérdida de tiempo si están diseñadas para desafiar la incuestionable soberanía británica sobre las Aguas Territoriales Británicas de Gibraltar. Cuanto antes se den cuenta de ello todas las partes del espectro político español, desde la izquierda a la derecha, mejor”.