Cuarta noche de disparos, humo, fuego y ruido, mucho ruido, en Francia. Marsella, Lyon, París y al menos una decena de ciudades han vivido otra noche más de violentos disturbios. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha elevado a 917 el balance de detenidos desde que empezaron las manifestaciones por la muerte de un joven de 17 abatido a tiros por la policía en Nanterre. Este viernes, se han desplegado un total 45.000 agentes, 5.000 más que en la jornada de este jueves para evitar el colapso que sufrieron varias localidades durante las noches anteriores.
Marsella se ha convertido en uno de los focos más violentos durante esta oleada de protestas. En la noche de este viernes, el centro de la ciudad se ha convertido en un auténtico hervidero con enfrentamientos entre la policía y varios grupos de manifestantes. El momento de mayor tensión se ha vivido cuando un grupo de individuos ha asaltado una armería de la que han robado varias armas de caza pero sin municiones, según ha informado la jefatura policial. Tan solo en Marsella se han detenido al menos a 80 personas durante esta noche.
En Lyon se han producido los primeros enfrentamientos alrededor de las 20:00 horas entre manifestantes armados con morteros y agentes de policía que han respondido lanzando gas lacrimógeno. Los incidentes se han producido después de la reunión de unas 1.500 personas en la Place des Terreaux, cerca del ayuntamiento. Conforme ha ido avanzado la noche la tensión ha ido en aumento y se han vivido escenas de caos en el centro de la ciudad, con el ataque al teatro de la ópera, barricada en llamas y sobrevolando a la multitud el brillo de fotos del helicóptero de la policía presidiendo esta noche negra en Lyon, donde al menos 38 personas han acabado detenidas tras el incendio de una comisaría.
En París, lo peor se ha vivido en Les Halles en el primer distrito, donde las fuerzas de seguridad han tenido que intervenir para dispersar a un grupo de unas cien personas. La situación en la capital francesa ha estado algo más calmada que en otras ciudades como Toulouse donde se han producido varias reyertas e incendios en los distritos de Mirail y Bagatelle.
Medidas de seguridad
Ante la premura de otra noche de disturbios, la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, ha anunciado durante la tarde de este viernes el despliegue de vehículos blindados de la gendarmería para hacer frente a la violencia desatada desde hace tres noches en muchas ciudades de Francia.
También se han dispuesto "fuerzas móviles adicionales" y se cancelarían "eventos a gran escala que movilicen personal y que puedan presentar riesgos para el orden público dependiendo de las situaciones locales", ha explicado Borne, según ha recogido Le Figaro.
Tal y como recoge el diario francés, esta decisión forma parte del paquete de medidas extraordinarias tomadas por el Gobierno de Emmanuel Macron tras la reunión celebrada este mediodía en el Ministerio de Interior. También se ha decidido cancelar los eventos multitudinarios como el concierto de Mylène Farmer en el Estadio de Francia programado para este mismo viernes
Además, como medida cautelar de cara al funeral del joven de 17 años abatido a tiros por la policía en Nanterre, este sábado el metro de París cerrará una hora antes de lo estipulado en el horario de fin de semana tras la petición de la jefatura de policía.
Tras una tercera noche de violencia en las calles, los ayuntamientos de Floirac, Ciudad de Cenon, Ciudad de Lormont, Ciudad de Bassens, Tourcoing y Ambarès-et-Lagrave han decidido establecer toque de queda de 22:00 a 06:00 horas para las noches del viernes, sábado y domingo.
Otro de los retos para las fuerzas de seguridad será hacer convivir el Tour de Francia en plena ola de protestas. Su director, Christian Prudhomme, ha declarado que el equipo del campeonato está "en constante contacto con los servicios del Estado". Tras dos primeras etapas en el País Vasco, el 'tour' regresa este lunes a Francia, y comenzará en Bayona.
Los fuertes disturbios en Francia se han salado su primera víctima, un joven de 19 años se encuentra en estado de muerte cerebral tras caer desde la azotea de una tienda a 5 metros de altura en Seine-Maritime. Poco tiempo después, el local fue saqueada por los manifestantes. El joven se encuentra ingresado en el Hospital Universitario de Rouen con un pronóstico sin esperanzas.
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