El Parlamento libio, dividido desde 2015, ha otorgado este miércoles y el voto de confianza al nuevo Gobierno Nacional de Unidad (GNU), fruto de un mecanismo no electo impulsado por la ONU, y cerró así un capítulo de siete años de división política.
Pese a las sospechas de soborno que se cernían sobre la elección del primer ministro, Abdul Hamid al Dbeibah, y la polémica sobre la asignación de varias carteras, 132 de los 134 diputados reunidos desde el lunes en la ciudad costera de Sirte respaldaron un gabinete incompleto -falta por asignar la controvertida cartera de Defensa- sobre el que penden indicios de corrupción.
Su objetivo ahora será cohesionar la frágil reconciliación política, garantizar la continuidad del quebradizo alto el fuego negociado por Rusia y Turquía, y conducir el país hasta las elecciones legislativas previstas para diciembre próximo de acuerdo con los principios del Foro de Diálogo Político para Libia (FDPL), un organismo no electo creado "ad hoc" por la ONU en octubre.
"A través de este voto, queda claro que los libios están a favor de la unidad. Espero que caminemos todos juntos durante las próximas etapas de trabajo y que estemos unidos para olvidar el odio fabricado y superar la guerra llena de resentimiento", afirmó el primer ministro de transición tras salvar un proceso que amenazaba con descarrilar.
Al Dbeibah, un multimillonario al que se considera próximo a Rusia, tuvo el martes que dirigirse a la Cámara para defender su gabinete de las reservas de los legisladores, que criticaban el obscurantismo de algunos de los ministerios, los criterios de selección, la honorabilidad de algunos candidatos y su decisión de no respetar la cuota femenina ordenada por el FDPL.
Este miércoles tuvo que regresar después de que el presidente de la Cámara, Aquilah Saleh, volviera a suspender la sesión y le exigiera la entrega de la lista completa de los ministros para su evaluación.
Polémica sobre el Ministerio de Defensa
El nuevo gabinete unificado (GNU) sustituye al Gobierno de Acuerdo Nacional sostenido por la ONU en Trípoli (GNA) desde el fracasado proceso de paz en 2015 y al Ejecutivo no recocido en el este, que tutelaba el controvertido mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte del país. "El nacimiento del nuevo gobierno de unidad encarna la voluntad de los libios de poner fin a la división", señaló Saleh al término de la sesión.
El GNU también nace con polémica en torno al estratégico ministerio de Defensa, el principal punto de fricción entre el antiguo gobierno en Trípoli y el Ejecutivo tutelado por Hafter.
En la lista de 26 ministros y seis secretarios de Estado difundida a través de las redes sociales es el único que aparece vacante y según medios locales se debe a las discrepancias existentes entre Al Dbeibah y el líder del Consejo presidencial, Mohamad al Menfi, un hombre considerado próximo a Turquía.
"El problema en el ministerio procede del enfrentamiento entre Hafter y Turquía", que en el último año se ha convertido en la potencia más influyente en el oeste", explica a Efe una fuente militar destinada en una embajada europea
A falta de la decisión sobre Defensa, está previsto que el nuevo Ejecutivo preste el juramento el lunes en la ciudad oriental de Bengasi y que celebre después su primer consejo de ministros en Trípoli, destinado a aprobar los presupuestos.
Sospechas de soborno
La decisión del Parlamento estaba en duda desde que la semana pasada se filtrara parte de un informe del Panel de Expertos de la ONU en el que se denuncia que la candidatura liderada por Al Menfi, y en la que se incluía Al Dbeibah, habría comprado votos durante las sesiones del FDPL en Túnez y Suiza.
El domingo, un grupo de 42 diputados proclives al presidente del Parlamento y líder de la candidatura derrotada habían respaldado un documento en el que pedían aplazar la sesión hasta el próximo 15 de marzo, fecha en la que se publicará el informe del Panel de Expertos.
Una decisión a la que se opuso la Misión de la ONU para Libia (UNSMIL), que alentó a los diputados a hacer un ejercicio de responsabilidad y patriotismo, a arrinconar las suspicacias y a dar el plácet para no dilatar el calendario de la transición.
La UNSMIL fue este miércoles la primera en felicitar al FDPL por su "esfuerzo patriótico" y en elogiar la labor del Consejo Militar 5+5, único foro en el que los dos gobiernos enfrentados negociaban, por haber garantizado la seguridad en Sirte.
"Libia tiene ahora una genuina oportunidad de avanzar hacia la unidad, la estabilidad, la prosperidad y la reconciliación y hacia la restauración de su soberanía", dijo la ONU en una felicitación que compartieron países como Estados Unidos y milicias y políticos locales.
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