Olumba E. Ezenwa, Royal Holloway University of London
Cuando el asediado presidente nigeriano, Bola Tinubu, fue elegido presidente de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Cedeao) el 10 de julio, afirmó que la organización dejaría de ser un “bulldog desdentado”. Tinubu insistió en que la Cedeao trabajaría colectivamente para combatir el terrorismo y promover la democracia en África Occidental, explicando:
“Debemos mantenernos firmes en la democracia. No hay gobernanza, libertad ni Estado de Derecho sin democracia. No volveremos a aceptar un golpe tras otro en África Occidental. La democracia es muy difícil de gestionar, pero es la mejor forma de gobierno”.
Sin embargo, en menos de un mes, el líder democráticamente elegido de Níger, Mohamed Bazoum, fue derrocado por su propia guardia de palacio. Como señaló Tinubu al asumir la dirección de la Cedeao, los golpes y contragolpes se han convertido en algo habitual en la región en los últimos años. Malí, Guinea y Burkina Faso han sufrido golpes militares (la última, dos veces en ocho meses) que han derrocado a sus gobiernos electos. Ahora la misma suerte ha corrido Níger, donde la elección de Bazoum en abril de 2021 se consideraba un raro caso de transición democrática y exitosa del poder en África Occidental.
El golpe –que instaló como líder al antiguo jefe de la guardia presidencial, el general Abdourahamane Tchiani– ha sido condenado rotundamente por Estados Unidos, Francia, la UE y las Naciones Unidas. Estados Unidos, que tiene tropas en Níger desde hace más de una década asesorando al ejército del país en la lucha antiterrorista, declaró que “tomaría medidas” para restaurar el gobierno democrático en el país. El 30 de julio, la Cedeao emitió un ultimátum de siete días en el que prometía utilizar la fuerza para desalojar a la junta si no restituía a Bazoum en la presidencia.
La Cedeao también ha cerrado las fronteras de sus países con Níger, ha establecido una zona de exclusión aérea y ha congelado los activos del país y los de los implicados en el golpe y sus familias. Además, Nigeria ha interrumpido el suministro de electricidad a Níger, lo que ha provocado apagones en sus principales ciudades. Pero la junta ha prometido no dar marcha atrás a pesar de estas “sanciones inhumanas”.
¿Qué es la Cedeao?
La Cedeao, un grupo regional de 15 miembros formado en 1975 e integrado principalmente por antiguas colonias británicas y francesas, tiene como objetivo “promover la cooperación y la integración” entre sus miembros en forma de unión económica. A lo largo de los años, ha ampliado sus competencias para incluir una función de seguridad.
En 1990, el ala militar del grupo, el Grupo de Observación de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Ecomog), se desplegó con el único objetivo de mantener la paz en la guerra civil en Liberia. Tuvo un éxito inicial, pero no consiguió evitar el estallido de nuevas hostilidades que se prolongaron durante la mayor parte de la década de 1990, y que sólo terminaron con la elección de Ellen Johnson Sirleaf en 2005.
En la vecina Sierra Leona, Johnny Paul Koroma, mayor del ejército, dirigió un golpe militar el 25 de mayo de 1997, derrocando al gobierno de Ahmad Tejan Kabbah. Las tropas Ecomog estacionadas en Liberia se desplegaron para restaurar la paz y la democracia, pero no pudieron evitar que estallara una amarga guerra civil que requirió la intervención de fuerzas de paz de la ONU y tropas británicas. Tanto en Gambia como en Costa de Marfil, la Cedeao ha vuelto a intervenir para garantizar la transición democrática del poder cuando parecía que los líderes no respetarían los resultados electorales.
Estiramiento de la capacidad militar
Queda por ver si la Cedeao cumplirá su promesa de intervenir si Bazoum no es restituido en su cargo en Níger. Pero las condiciones son muy diferentes en la región ahora que cuando la organización dirigió con éxito las intervenciones descritas anteriormente. África Occidental está plagada de violencia asociada al terrorismo yihadista en el que participan la Provincia de África Occidental del Estado Islámico (ISWAP) y Boko Haram. También se producen regularmente brotes de violencia entre pastores y agricultores por la tierra ante las sequías y la escasez de recursos. Estos problemas han puesto a prueba la capacidad militar de los Estados miembros de la Cedeao, muchos de los cuales tienen sus propios problemas.
Y luego está la perspectiva de la implicación del Grupo Wagner. Según los informes, la junta golpista mantiene conversaciones con este ejército mercenario respaldado por Rusia, que ha estado activo en toda la región. Varios países en los que está implicado el Grupo Wagner han declarado su apoyo al golpe, han rechazado las sanciones de la Cedeao y han prometido apoyar a los golpistas si la Cedeao interviene militarmente. Al igual que en Burkina Faso y Mali, en las calles de Níger crece el sentimiento antifrancés. El líder del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, ha alabado el golpe como un ataque al colonialismo, un mensaje que resuena entre muchos en Níger, donde Francia mantiene una fuerza de mantenimiento de la paz de 1 500 efectivos para combatir el terrorismo yihadista.
Un líder impopular
Los opositores de Bazoum han insistido mucho en su pertenencia a un grupo étnico minoritario árabe, lo que le llevó a ser calificado de “extranjero” durante la campaña electoral nigerina. Su elección también fue condenada en algunos sectores como amiguismo, ya que era el sucesor elegido a dedo del presidente saliente Mahamadou Issoufou. La decisión de Bazoum de prohibir a los miembros de su gobierno tener más de una esposa también ha irritado a poderosos.
Todos estos factores complicarán cualquier decisión que tome la Cedeao sobre utilizar la fuerza para restaurar a Bazoum en el poder. Pero Nigeria, bajo el liderazgo de Tinubu, parece decidida a aprovechar esta oportunidad para demostrar que la Cedeao sigue teniendo fuerza en la región. Su jefe de Estado Mayor, el general Christopher Musa, acaba de reunir a los ministros de Defensa de la Cedeao en una cumbre de dos días en Abuja. A ella asistieron representantes de Nigeria, Benín, Ghana, Togo, Sierra Leona, Liberia, Gambia, Costa de Marfil, Cabo Verde y Senegal, mientras que Níger, Guinea, Malí, Burkina Faso y Guinea-Bissau no estuvieron representados.
Mientras tanto, Rusia y Occidente, que temen las intenciones de Moscú en la región, están muy atentos para ver si otro país de África Occidental cae en el pozo de la inestabilidad y la violencia.
Olumba E. Ezenwa, , Royal Holloway University of London
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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