El Banco Central Europeo (BCE) no descarta que se acuerde en los próximos meses una quita para Grecia con la llegada al gobierno heleno de la coalición de izquierdas Syriza, pero subraya que la autoridad monetaria no participará. Así lo explica el miembro francés del comité ejecutivo del BCE Benoit Coeuré en unas declaraciones que publica este lunes el diario económico alemán Handelsblatt.
"No es asunto del BCE decidir si Grecia precisa una quita", afirmó Coeuré, que alegó que esta cuestión es meramente "política" y que son Atenas y sus acreedores quienes deben dirimirla. Sin embargo, la participación de la institución que preside Mario Draghi en una potencial quita de la deuda griega está totalmente descartada por motivos legales.
"Esta absolutamente claro que nosotros no podemos aceptar ninguna quita que afecte a los bonos soberanos (griegos) en manos del BCE. Eso es imposible por razones legales", explicó Coeuré.
Syriza, que durante la campaña electoral ha abogado por negociar una quita para la deuda helena y poner fin a la austeridad, ganó este domingo las elecciones parlamentarias griegas con una clara mayoría, aunque con 149 escaños quedó a dos de la mayoría absoluta.
Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, está convencido de que no habrá acuerdo sobre una posible quita. En una entrevista con la radio pública germana Deutschlandfunk, el socialdemócrata alemán ha explicado que mantuvo este domingo una conversación telefónica con Tsipras. "Le dije que creo que no vamos a lograr una mayoría para una quita", dijo el presidente de la Eurocámara sobre una posible negociación para aliviar la carga de deuda del país heleno, en la que Atenas debería ganarse la voluntad de sus acreedores.
Sin margen para "exigencias radicales"
Schulz, sin embargo, se ha mostrado a favor de explorar alternativas a una quita de los bonos soberanos griegos, como por ejemplo trabajar en el ámbito de la mejora de los ingresos del estado y en la lucha contra la evasión fiscal. "Tendremos que hablar mucho más sobre qué posibilidades hay de hacer otras cosas, como mejorar los ingresos del Estado, para lo que hay normas fiscales europeas contra la evasión fiscal, o lo que para mí es igual de importante, reforzar el débil crecimiento económico con fuertes inversiones", explicó. El próximo gobierno griego no tiene en realidad "ningún poder de coacción", indicó Schulz, y es uno más de los 19 países que componen la eurozona. Schulz agregó que Tsipras no va a poder llevar a cabo muchas de las "exigencias radicales" que ha planteado durante la campaña electoral.
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