Internacional

Grecia descubre una isla repleta de pensionistas supuestamente ciegos

En la isla de Zákynthos, 700 habitantes cobraban en 2011 una pensión para ciegos, incluso un taxista. Para los griegos, un símbolo más de la corrupción que gangrena el sistema de salud nacional.

El ministerio de Sanidad griego ha anunciado, según el Wall Street Journal, que va a investigar el récord poco plausible del número de ciegos en Zákynthos, al oeste de la península. En esta isla, 700 personas sobre 39 000 habitantes cobraban en 2011 una pensión para ciegos, incluso un taxista y un cazador de pájaros. Famosa por sus ruinas venecianas y sus aguas turquesas, la isla ha recibido ahora el desgraciado apodo de "isla de los ciegos".

'El color del dinero'

Según los datos oficiales, 1,8% de los insulares de Zákynthos recibían la ayuda de 362 euros por mes, cerca de nueve veces más que la prevalencia media de ciegos en varios países europeos. El diario griego Ethnos comentaba irónicamente ayer: "Parece que los 'ciegos' de Zákynthos sólo vieron el color del dinero."

Pero Zákynthos no es para nada un caso aislado: según el ministerio de sanidad, las solicitudes fraudulentas de ayudas por incapacidad son un serio problema, que cuesta al Estado griego cientos de millones de euros al año. Bajo la presión de los acreedores internacionales, Grecia multiplica los esfuerzos para luchar contra la corrupción y reducir los gastos públicos, pero las dificultades también se revelan: fraudes, juego político y cuentas falsas son lo que dominaron demasiado tiempo en la economía griega.

Esta historia de Zákynthos pudo ser pública gracias a que el ministerio de Sanidad ha exigido a los incapacitados que se registren en una base de datos nacional si quieren seguir cobrando sus pensiones. Para eso, necesitaban acudir en persona o delegar a un representante a Atenas; así, el registro resultó en 36.000 solicitudes de incapacidad menos en comparación con 2011. En Zákynthos, sólo 100 personas de los 700 ciegos se registraron, y un poco más de 50 de ellas eran efectivamente ciegas.

Renovación del programa

El ministerio cree que esas solicitudes eran fraudulentas, como otros pagos para jubilados que ya estaban muertos, y revelan cómo muchos médicos griegos aceptaron dinero para hacer falsos diagnósticos o, peor, cómo los políticos locales usaron esos beneficios públicos para ganar votos. Algunos oficiales acusaron directamente a Dionysos Gasparos, el antiguo prefecto de la isla, quien denunció al oftalmólogo del hospital público de Zákynthos, Nikolaos Vartzelis. El mismo especialista reconoció que "hay casos en los que la gente no tiene ni un hombro en el que llorar ni pan para comer."

Por lo que el ministro de Sanidad Markos Bolaris ha anunciado la renovación del programa para incapacitados, para que las ayudas se destinen exclusivamente a los que las necesitan de verdad.

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