El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha convocado una reunión de emergencia de su Gobierno con el objetivo de desbloquear las negociaciones con los acreedores internacionales de Grecia. Por su parte, el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, ha dicho en una entrevista antes de la reunión: "No veo razón por la que no podamos tener un acuerdo" con las instituciones acreedoras.
Varoufakis ha manifestado que las dos partes tratarán de llegar a un acuerdo en relación con la deuda y la financiación del país. El ministro ha considerado que Grecia ha hecho concesiones, pero que el país no está preparado para aceptar una propuesta de los acreedores que limite la financiación durante los próximos cinco meses. "Por desgracia, siempre que hacemos una concesión y avanzamos tres cuartos del camino, las instituciones hacen justo lo contrario, endurecen su postura", ha señalado el responsable de Finanzas.
El Ejecutivo heleno justifica el rechazo señalando que "si el Gobierno y el Parlamento aprobaran esta propuesta, los ciudadanos y los mercados entenderían que se acerca un periodo de cinco meses de recesión, lo que conduciría a otra negociación en condiciones de crisis". Tsipras había reaccionado a la propuesta de la troika recordando que "la UE se fundó sobre los principios de solidaridad, democracia, calidad y respeto mutuo, no en el chantaje y los ultimátum", por lo que "nadie" debe ponerlos en peligro, "especialmente en estos momentos cruciales", según recoge la agencia Efe.
Las instituciones acreedoras habían ofrecido a Grecia una prórroga de 5 meses de su rescate, hasta noviembre de 2015, y una financiación total de en torno a 15.500 millones de euros para hacer frente a sus próximos vencimientos de deuda, aunque la propuesta estaba condicionada a que Atenas cerrase un acuerdo sobre su plan de reformas en la reunión decisiva que celebra el Eurogrupo este sábado.
Grecia dice que la oferta no tiene en cuenta que deberá seguir pagando al FMI, sin que vaya a recibir nuevos tramos de ayuda
"Esta cantidad de dinero es insuficiente" pues ni siquiera prevé el desembolso de los 7.200 millones pendientes del rescate, cuando el Estado griego, en cambio, ha cumplido todas sus obligaciones con los acreedores internacionales, especialmente con el FMI. Todo ello, recalcan las fuentes, "sin haber recibido ni un solo euro" del rescate pendiente. Además, subrayan que la propuesta "no prevé ni siquiera un mínimo de liquidez del que pueda disponer el Estado griego". Además, el Gobierno heleno plantea que la oferta no tiene en cuenta que Grecia deberá seguir pagando en el futuro al FMI, sin que vaya a recibir nuevos tramos de este organismo, "dada la negativa del FMI a desembolsar los tramos previstos en el préstamo, pues considera que la deuda griega no es sostenible".
Según estas fuentes, el plan de los acreedores, "incluso dejando a un lado las medidas que provocan recesión, crea una brecha financiera en el periodo de los cinco meses de prórroga que conduce a una nueva y dura negociación y a un nuevo programa de rescate desastroso al final del año". Las fuentes recalcan que, en cambio, el Ejecutivo de Alexis Tsipras, presentó "una propuesta lógica para reestructurar la deuda y resolver el problema de liquidez" y cita el ejemplo de la transferencia de la deuda desde el BCE al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), medida que las instituciones rechazaron. "El Gobierno no tiene el mandato popular ni tampoco el derecho moral de firmar un nuevo memorando (programa de rescate)", apuntan las mismas fuentes.
La propuesta de la troika
En caso de que se llegase a un acuerdo el sábado, el Eurogrupo estaba dispuesto a desbloquear de inmediato un primer tramo de ayuda de 1.800 millones de euros procedentes de los beneficios obtenidos por el BCE por la compra de deuda griega. Este desembolso serviría para cubrir el vencimiento de más de 1.500 millones que Atenas debe abonar al FMI el próximo 30 de junio y evitar así la suspensión de pagos.
El resto de los 15.500 millones se pagaría en tramos a medida que Grecia vaya cumpliendo sus compromisos en materia de reformas
El resto de los 15.500 millones se pagaría en tramos a medida que Grecia vaya cumpliendo sus compromisos en materia de reformas, hasta un total de cuatro. Esta cantidad no es dinero nuevo sino que forma parte del segundo programa de rescate pero todavía no se ha utilizado. De los 15.500 millones, 8.700 millones proceden del fondo de rescate de la UE (MEDE). En su mayoría se trata de fondos que estaban previstos para recapitalizar la banca griega pero que hasta ahora no han sido necesarios. Otros 3.300 millones son de los beneficios del BCE por la compra de deuda griega, mientras que los 3.500 millones restantes vendrían del Fondo Monetario Internacional.
Además, todavía quedará un colchón de algo más de 4.100 millones en el MEDE por si se necesitan para recapitalizar la banca griega. En la oferta presentada por la troika a Grecia no hay un compromiso explícito de reestructuración de la deuda, tal y como reclama el Gobierno de Syriza. Sólo aparece una nota a pie de página del FMI que recoge el compromiso de garantizar la financiación a Atenas durante el próximo año y la sostenibilidad de la deuda.
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