Miles de rusos gritan 'No a la guerra' de la mano del movimiento Vesná, 'primavera' en español. La plataforma democrática rusa organizó ayer las manifestaciones que han sacado a la luz el descontento nacional contra la guerra en Ucrania y, sobre todo, la movilización forzada de nuevos hombres al frente. Sin embargo su nacimiento no es espontáneo, sino que lleva luchando a contracorriente desde que la 'operación militar especial' estallara hace 211 días y muchos miembros de la asociación, sobre todo jóvenes, han sido objeto de torturas por parte de la policía rusa: de tenerles atados de pies y manos con una bolsa en la cabeza durante horas, a encarcelarles y amenazarles. Han permanecido en pie, sufriendo una tremenda presión psicológica por el miedo, arriesgándose a perder el trabajo, la plaza de la universidad e, incluso, a quedarse sin libertad ni dinero por el alto precio a pagar de las multas del Kremlin. El grupo es profundamente democrático y hunde sus raíces en las protestas encabezadas por Navalny en 2017.
Tras el éxito de las protestas populiares en multitud de ciudades rusas, incluidas Moscú y San Petersburgo, Marina Lajina, uno de sus miembros, explica a Vozpópuli que el día de ayer fue histórico y diferente a todas las manifestaciones acaecidas hasta ahora. "Este caso es diferente de las protestas contra la guerra anteriores porque esta vez la guerra está en casa, es mucho más cercana a los ciudadanos rusos. Antes el conflicto ocurría en algún lugar de Ucrania. Para los rusos estaba muy lejos, y ahora casi cualquiera puede inscribirse o tiene un familiar que puede inscribirse. La gente no entiende por qué debe luchar y morir por una causa que no significa nada para ellos, por eso protestan. Por el gran peligro para ellos mismos", afirma.
La represión durante las protestas ha dejado al menos 1.400 detenidos, según las cifras oficiales, y el paradero de muchos está actualmente en un limbo. Según informa Vesná a este medio, algunos protestantes tenían antecedentes y ya se les había amenazado con consecuencias mayores si no dejaban de hacer pública su posición frente a la guerra de Ucrania. Ahora, tras el anuncio de la "movilización parcial" de 300.000 reclutas por parte de Rusia, algunos de estos detenidos están obligados a presentar su inscripción a la guerra. "Estas personas están recibiendo ayuda legal en este momento. Existe una gran posibilidad de que esto sea solo una táctica de miedo; después de todo, no necesitan soldados desleales en el frente", declara Lajina.
Próximas manifestaciones
La asociación ha afirmado que la represión policial de ayer fue especialmente dura, nada comparado a las anteriores. Pero, a su parecer, es una buena noticia que con el peligro actual de protestar contra la movilización militar la gente haya salido a la calle, en las grandes ciudades pero también en otras poblaciones mucho "mas pequeñas como Barnaul o Ulan Ude". No van a parar de planear protestas para seguir generando presión y desafiar al Kremlin aunque, aseguran, las movilizaciones están lejos de ser el 'gran despertar' de Rusia. "Es un gran paso, pero se trata más de un proceso lento", aseguran.
Los próximos actos públicos tendrán lugar el sábado 24, y justo coinciden con los referéndums de las regiones ocupadas por prorrusos en Ucrania: Donbás, Zaporiya y Járkov. Mientras la movilización militar sigue en marcha y Putin envía al frente a reclutas, Vesná ha advertido que el objetivo principal es "la victoria sobre el régimen criminal de Putin". "Todo el país es nuestro aliado. ¡Tenemos que llamarlos a las calles! Al final, recibir una multa o unos días de arresto es mejor que tener un funeral", han denunciado.
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