El Gobierno neerlandés emitió hoy la recomendación "urgente" de usar mascarilla en los lugares públicos cerrados de todo el país, incluidos institutos pero no universidades, en su tercer cambio de estrategia en una semana, y en plena escalada de contagios.
En una rueda de prensa, la viceprimera ministra Kajsa Ollongren confirmó este viernes que la petición de usar mascarilla afecta a las escuelas de secundaria (en pasillos y auditorios, pero no dentro del aula), y a los espacios públicos interiores del país, aunque subrayó que aún hay un debate entre expertos sobre la utilidad de esta herramienta para frenar el coronavirus.
El pasado viernes, el Gobierno se negó -al igual que hizo desde marzo- a recomendar su uso en base a su "falta de eficacia". Cambió de opinión el lunes, cuando las "recomendó" solo en los comercios de Ámsterdam, Róterdam y La Haya. Y acabó cediendo días después a la presión parlamentaria, y pidió su uso en todos los espacios públicos cerrados del país.
Además, el Ejecutivo destinará 360 millones de euros a buscar soluciones permanentes y a largo plazo a los problemas de ventilación de cientos de escuelas, una prioridad por su importancia para evitar contagios. Pero será a largo plazo y, este invierno, los centros tendrán que buscar soluciones temporales para ventilar.
Asimismo, los supermercados reservarán a diario dos espacios de una hora para que las personas mayores y los grupos de riesgo puedan hacer la compra, confirmó la asociación de comercios CBL, que ya anunció que las tiendas no impedirán el acceso a los clientes que rechacen usar mascarilla porque "no es su labor".
Por otro lado, el Gobierno anunció que tiene ya el respaldo de una mayoría parlamentaria para una ley de emergencia del coronavirus, que solo tendrá una vigencia de tres meses.
Impondrá menos de 100 euros de multa y dos semanas de prisión por incumplir medidas, y no exigirá una prohibición de visitas a las residencias de ancianos.
La próxima semana está previsto el primer debate sobre la ley, aunque ya cuenta con los apoyos en el Parlamento y el Senado de los cuatro partidos del Gobierno y de gran parte de la oposición -los socialdemócratas, los verdes, los calvinistas ortodoxos, y el populista 50Plus- tras duras negociaciones precedidas de un debate social y varias protestas callejeras.
Descontrol de contagios
Este viernes, Países Bajos empezó a rozar los 4.000 positivos diarios, según el Instituto de Salud Pública (RIVM).
Las regiones neerlandesas informaron de 3.831 nuevas infecciones confirmadas en las últimas 24 horas, cuando se ha estado detectando una media de 3.140 casos diarios en la última semana, y de 2.268 diarios en la semana anterior.
La mayoría de los nuevos contagios siguen estando en la capital, en Ámsterdam, con 353 positivos, seguida de las otras dos grandes ciudades, Róterdam (301) y La Haya (214), mientras que también aumentan las hospitalizaciones y los ingresos en cuidados intensivos, según el Centro Nacional de Coordinación para la Distribución de Pacientes (LCPS).
El epidemiólogo de cabecera, contra las mascarillas
Mientras el Gobierno holandés trata de instar a los ciudadanos a usar las mascarillas en los espacios cerrados, el director de Enfermedades Infecciosas del RIVM, Jaap van Dissel, se mantuvo firme en la misma opinión que ha ofrecido desde marzo: las mascarillas tienen "un efecto excepcionalmente pequeño" a la hora de contener el virus.
En una entrevista con la televisión holandesa NOS, consideró que la decisión del Ejecutivo es de naturaleza "política y no tanto por motivos médicos", porque, enfatizó, su uso tiene pocos beneficios.
Aunque reconoce que hay estudios que señalan sus efectos positivos, cree que es difícil "extrapolarlos" a la crisis del coronavirus.
"También queremos enviar el mensaje de que, por ejemplo, mantener una distancia suficiente es una medida mucho más importante. Sería muy lamentable que el uso de mascarillas diluyera las reglas básicas" contra los contagios, añadió.
Protestas contra la educación online
Los estudiantes de educación profesional y universidades no necesitarán usar mascarilla, porque "es posible mantener la distancia de metro y medio" en estas instituciones", explicó la ministra de Educación, Ingrid van Engelshoven.
Pero, convocados por diferentes organizaciones estudiantiles, universitarios de todo el país se manifestaron este viernes en Ámsterdam, bajo el lema "Queremos volver a clase", para denunciar que la calidad de la educación se ve "seriamente comprometida" por la falta o ausencia total de clases presenciales.
Instaron al Gobierno a poner a disposición de las universidades fondos que permitan ofrecer educación presencial en los salones de actos que estén vacíos.
"Muchos estudiantes están encerrados en sus habitaciones de 10 metros cuadrados durante días viendo conferencias digitales y eso tiene un impacto enorme sobre su bienestar mental", subrayó Maarten van Dorp, presidente del sindicato estudiantil de Ámsterdam (ASVA).
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