El avance de las tropas ucranianas sobre las posiciones que hasta ahora ocupaban las fuerzas de Vladimir Putin en el este del país sirve para revelar los métodos que emplean las Fuerzas Armadas rusas en una guerra que ya se prolonga desde hace más de ocho meses. El último hallazgo denunciado por el Ejecutivo de Volodímir Zelenski ha tenido lugar en la región de Járkov: una "cámara de tortura" que, en palabras de su Ministerio de Defensa, bien podría tratarse de un "mini Auschwitz". Una máscara de gas, juguetes sexuales y una caja llena de dientes de oro supuestamente extraídos a los soldados ucranianos pondrían de manifiesto la brutalidad del ejército ruso.
Según los últimos informes detallados por Volodímir Zelenski, su ejército ha recuperado "docenas de territorios" en la última semana en las regiones de Jersón, Járkov, Lugansk y Donetsk. En concreto, el hallazgo ha tenido lugar en el pueblo de Pisky-Radkivski, recientemente liberado por las tropas ucranianas. Se trata de una localidad de poco más de 2.000 habitantes que, hasta poco antes de la guerra, se vendía como destino turístico ucraniano, con diversas alternativas de ocio y alojamiento.
Es precisamente en este lugar donde se han localizado los medios de tortura que fuentes oficiales de Kiev difunden a través de sus canales de difusión. "Los investigadores encontraron una sala de tortura en Pisky-Radkivski", denuncia Anton Gerashchenko, asesor del Ministerio de Asuntos Exteriores, a través de sus redes sociales.
Acompaña el texto de tres imágenes y una descripción de las actividades que atribuye a las tropas rusas: desde enterrar con vida a los ucranianos con una máscara de gas y prender fuego a su alrededor, hasta la extracción de las coronas dentales de oro, recogidas en una caja de plástico. También se puede ver un juguete sexual con forma de pene para forzar a los torturados.
Asimismo, Gerashchenko difunde un vídeo del interior de la cámara de tortura. Aún se pueden encontrar chapas de los soldados ucranianos que habrían sido torturados en su interior.
"¿Cuántos habrá en Ucrania?"
Para el Ministerio de Defensa ucraniano no hay dudas: se trata de un "mini Auschwitz", en referencia a las atrocidades que sufrieron los encerrados en este campo de concentración polaco a manos de las autoridades de Adolf Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. En el museo memorial que ahora se erige en Auschwitz -que conserva las estructuras originales y pruebas de aquel exterminio- se encuentran cajas con material arrebatado a los judíos y demás condenados, incluidos dientes de oro que ahora usa Kiev como paralelismo para denunciar los recientes hallazgos.
El Ministerio de Defensa ucraniano no descarta que, en su avance sobre territorios tomados por fuerzas rusas, se localicen nuevos centros de tortura como el de Pisky-Radkivski: "¿Cuántos más se encontrarán en la Ucrania ocupada?".
Según los últimos datos difundidos por el Gobierno de Zelenski, más de 60.000 soldados rusos han perdido la vida desde que Putin lanzase sus tropas contra Ucrania. Además, las tropas ucranianas habrían destruido cerca de 12.500 vehículos del ejército ruso, amén de medio millar de aeronaves, mil drones y 15 buques o medios navales militares.
En las últimas semanas, Moscú ha tratado de reponer las fuerzas perdidas a base de reclutamientos forzosos, que han propiciado escenas de tensión en diversas regiones de Rusia. También se han desvelado los audios internos de los soldados rusos destinados en Ucrania, asegurando que habían recibido órdenes de matar indiscriminadamente a civiles y militares y que sus pérdidas eran cuantiosas.
Incluso el brazo armado subrepticio que se vincula al Kremlin, los mercenarios del Grupo Wagner, ha reclutado nuevos combatientes entre presos, ofreciendo la libertad a cambio de seis meses de guerra. A Wagner se le atribuyen matanzas indiscriminadas en diversas partes del mundo -desde Siria hasta Mali-, y ahora ha redoblado su presencia en territorio ucraniano.
La amenaza nuclear
Los expertos militares, no obstante, coinciden en que la guerra está lejos de alcanzar un fin próximo. Rusia asegura que responderá con toda su fuerza contra cualquier agresión a su territorio, incluidas las regiones ucranianas recientemente anexionadas tras la celebración de unos referéndums que la comunidad internacional reprueba. Una amenaza que adquiere una especial relevancia si se tiene en cuenta el arsenal nuclear del que dispone el Kremlin: la propaganda y algunos políticos rusos han especulado con la posibilidad de apretar el 'botón rojo' si la situación lo requiere.
Como contó Vozpópuli, recientemente se han difundido imágenes de un tren militar ruso asociado a una división encargada del transporte, almacenamiento y distribución de las armas nucleares, que habría partido rumbo a la frontera de Ucrania. Sin embargo, expertos militares cuestionan que a bordo transporte este tipo de armamento. Asimismo, La Repubblica difundió un supuesto informe de la OTAN donde se alertaba de los movimientos del submarino Belgorod, portador del misil nuclear Poseidón, marcado por su alto poder de destrucción.
Rusia, por el momento, calla todas esas informaciones; la mera existencia de los rumores sobre un posible uso de un arma nuclear -más o menos fundados- sirven como medida de presión ante Ucrania y sus aliados. Al mismo tiempo, Moscú presiona a Europa con la energía, en unas jornadas marcadas por el sabotaje al gasoducto Nord Stream.
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