El Parlamento de Hungría ha aprobado este martes la reforma constitucional que impide la adopción por parte de parejas homosexuales, en aras de la protección de la infancia y de la defensa de la "cultura cristiana", pese a las quejas de formaciones opositoras y organizaciones defensoras de los Derechos Humanos.
Entre los cambios que plantea el nuevo texto se estipula que los niños deben tener un padre varón y una madre mujer y solo pueden adoptar los matrimonios registrados como tal. Además, se establece que los niños deben identificarse con el género de nacimiento, negando por tanto la identidad de los menores transexuales.
"El objetivo es proteger a nuestros hijos, no recortar los derechos de ciertos grupos sociales", ha esgrimido la ministra de Justicia, Judit Varga, en un mensaje publicado en Facebook, según la agencia Bloomberg.
Mayoría parlamentaria
El partido del primer ministro, Viktor Orban, ha hecho valer su mayoría para sacar adelante las enmiendas, que finalmente han recibido 134 votos a favor, 45 en contra y cinco abstenciones, informan medios locales.
La batería de cambios también delimitan las medidas excepcionales a las que puede recurrir el Gobierno en situaciones de emergencia y reduce la supervisión de los fondos públicos, alegando que cuestiones relativas a gastos e ingresos competen exclusivamente al Estado.
El director de Amnistía Internacional en Hungría, David Vig, ha descrito este martes como "un día negro para la comunidad LGBTI" y "también para los derechos humanos". "Esta nueva legislación discriminatoria, homófoba y tránsfoba, que se ha aprobado a toda prisa con el pretexto de la pandemia de coronavirus sólo es el último ataque de las autoridades húngaras contra la población LGBTI", ha denunciado.
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