Los obispos de la Iglesia Católica de Estados Unidos tienen planeado establecer una línea directa para presentar denuncias sobre obispos que han abusado sexualmente o acosado a niños o adultos, en respuesta a un creciente escándalo de mala conducta sexual en los rangos más altos de la Iglesia.
La línea directa fue una de las varias medidas presentadas este miércoles por los obispos para tratar de devolver la confianza en la jerarquía eclesiástica de Estados Unidos tras las recientes acusaciones de que los obispos habían abusado de niños y encubierto durante décadas crímenes sexuales cometidos por sacerdotes.
"Algunos obispos, por sus acciones o sus fallos a la hora de actuar, han causado un gran daño tanto a las personas como a la Iglesia", ha señalado en un comunicado el comité administrativo de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB).
"Han usado su autoridad y poder para manipular y abusar sexualmente de otros. Han permitido que el miedo al escándalo reemplace la preocupación y el cuidado genuinos por aquellos que han sido victimizados por los abusadores", ha aseverado.
La Iglesia Católica se enfrenta a una crisis en todo el mundo que involucra abuso sexual de menores. En Estados Unidos el escándalo se ha centrado en los líderes de la Iglesia después de que el exarzobispo de Washington, Theodore McCarrick, renunciara como cardenal en julio tras acusaciones de abuso sexual.
El fiscal general de Nueva York emitió la semana pasada citaciones civiles a las ocho diócesis católicas en el estado como parte de una investigación de abuso sexual
Un informe del gran jurado de Pensilvania en agosto alegó que los obispos trataron de esconder las acusaciones de que alrededor de 1.000 niños y adultos fueron abusados más de 301 sacerdotes durante 70 años.
La semana pasada, el Papa Francisco ordenó una investigación sobre un obispo de Virginia Occidental acusado de acosar sexualmente a adultos.
Ocho diócesis investigadas solo en Nueva York
La línea directa de "terceros" permitirá que las personas denuncien el abuso sexual de un menor o adulto por parte de un obispo y las dirija a las autoridades civiles y a las autoridades eclesiásticas "apropiadas", según el comunicado de la USCCB.
La conferencia de obispos desarrollará un código de conducta específicamente para obispos y establecerá políticas "que aborden las restricciones a los obispos que fueron destituidos o dimitidos debido a denuncias de abuso sexual de menores o acoso o mala conducta sexual con adultos, incluidos seminaristas y sacerdotes", según la declaración.
El fiscal general de Nueva York emitió la semana pasada citaciones civiles a las ocho diócesis católicas en el estado como parte de una investigación de abuso sexual.
En uno de los asentamientos más grandes derivados de un caso de abuso sexual en la Iglesia Católica, la Diócesis de Brooklyn afirmó este martes que acordó pagar 27,5 millones de dólares a cuatro hombres que sufrieron abusos por parte de un maestro de catequismo cuando eran niños.
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