Los incendios forestales en Brasil han destruido en los siete primeros meses de este año 29.330 kilómetros cuadrados de vegetación, un área del tamaño de Bélgica, según un estudio divulgado este jueves por la red Mapbiomas. El área devastada por el fuego entre enero y julio en Brasil fue en un 2% inferior a la asolada en el mismo período de 2021 gracias a la caída de la superficie arrasada en importantes ecosistemas como Pantanal y Bosque Atlántico, según Mapbiomas, una red en la que colaboran varias ONG, universidades y empresas de tecnología.
Sin embargo, el área quemada creció un 7% en la Amazonía, hasta unos 14.800 kilómetros cuadrados, una superficie equivalente a la de Timor Oriental, lo que agravó la crítica situación que enfrenta la mayor selva tropical del mundo por el aumento de la deforestación.
Según Mapbiomas, iniciativa que cuenta con el apoyo tecnológico de Google y tiene entre sus miembros a organizaciones ecologistas internacionales como WWF, el 16 % de la superficie destruida este año por los incendios en la Amazonía se produjo en áreas de selva tropical tupida, es decir, que están protegidas. De acuerdo con el estudio, tres de cada cuatro hectáreas destruidas por los incendios este año en Brasil corresponden a vegetación nativa, en su mayoría campos naturales, y una de cada cinco a bosques.
El estudio reveló que el ecosistema brasileño en que más creció el área destruida por los incendios este año fue la Pampa (sur del país y un bioma compartido con Argentina y Uruguay) con un salto del 3.372% frente al mismo período del año pasado. El área devastada por el fuego en la Pampa entre enero y julio fue de 286 kilómetros cuadrados, equivalente a la de las Maldivas.
Por el contrario, el área arrasada por el fuego en el Pantanal en los siete primeros meses del año cayó un 19 %, hasta 760 kilómetros cuadrados, la menor para el período en los últimos cuatro años, y en el Bosque Atlántico disminuyó un 19 %, hasta 143 kilómetros cuadrados. La superficie devastada por los incendios en el Cerrado (Sabana brasileña) entre enero y julio se redujo un 9%, hasta 12.504 kilómetros cuadrados. Esa área, sin embargo, es un 39 % mayor que la del mismo período de 2020 y un 5 % superior a la de los siete primeros meses de 2019.
Los datos divulgados forman parte del Monitor del Fuego, una nueva versión de la plataforma de MapBiomas que mide los incendios forestales en Brasil y que se caracteriza por dar referencias sobre el área realmente destruida en los diferentes ecosistemas. A diferencia de los estudios divulgados mensualmente por el estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), que ofrecen datos sobre las áreas que registran focos de calor en determinado momento para ayudar a combatir los incendios, la plataforma de MapBiomas ofrece una radiografía de lo que llamó "las cicatrices del fuego".
Para medir el área efectivamente arrasada por el fuego, la iniciativa utiliza imágenes del satélite europeo Sentinel 2, que pasa con mayor periodicidad sobre un mismo punto que los satélites usados por el INPE y que cuenta con una resolución espacial mayor.
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