La aplastante victoria laborista ha dejado a sus históricos rivales, lo 'tories' sumidos en una crisis política, pero no son los únicos en sufrir el auge laborista. El SNP (Partido Nacionalista Escocés en español) también ha perdido un número considerable de escaños.
El partido de Keir Starmer ha duplicado el número de escaños obtenidos en la Cámara de los Comunes en detrimento de los de Rishi Sunak que han perdido más del doble de los escaños que obtuvieron en los pasados comicios. Los independentistas escoceses siguen muy de cerca los pasos de los 'tories' que han perdido, proporcionalmente, gran número de asientos en el Parlamento. En las pasadas elecciones el SNP, que consiguió 48 escaños, colocándose como tercera fuerza en la cámara legislativa. En estos comicios, con casi todos los asientos asignados, el partido de John Swinney, queda relegado a cuarta fuerza con tan solo nueve escaños, seguido muy de cerca del Sinn Féin.
Se esperaban pérdidas
Tras convertirse en una máquina de ganar elecciones, el partido escocés ha perdido varias decenas de escaños de los 48 que ya tenía, lo que supone su peor resultado en unos comicios generales en más de una década.
Aunque desde el SNP esperaban pérdidas se han visto abrumados por esta debacle electoral. El resultado puede entenderse por los problemas que los independentistas escoceses llevan arrastrando. El camino que ha seguido el partido de Swinney ha llevado a la desilusión por ese estancamiento en el proceso soberanista. Las divisiones internas por la reforma de género o la investigación policial que está en curso sobre las finanzas del partido son otras de las razones por la pérdida de confianza entre sus votantes.
Pese a la negatividad que tenían en el SNP durante el recuento electoral los independentistas escoceses se sorprendieron por la magnitud de su derrota, ya que veían como un escaño tras otro pasaba del color amarillo al rojo.
Edimburgo y Glasgow perdidas
En 2019, el SNP logró la victoria en 48 de las 59 regiones electorales (cada una representa los escaños del país en la Cámara de los Comunes). En los comicios de ayer los independentistas sólo han mantenido nueve regiones electorales, la mayor parte de las perdidas han pasado a ser laboristas y solo cuatro han sido para los Demócratas Liberales (LD).
La capital escocesa, Edimburgo, ya no está manos del partido de Swinney, los liberales han conseguido mantenerse en una de las zonas, mientras que laboristas han arrebatado el resto de la capital al SNP. Glasgow, la ciudad más poblada de Escocia, en la que los laboristas han conseguido imponerse sobre los independentistas. Stirling y Dunfermline, otras dos de las ciudades más importantes del país, también han pasado bajo control laborista. El SNP sí ha mantenido Aberdeen y Dundee, pero el asiento de Inverness todavía se desconoce para quien será. Por su parte, los conservadores han logrado mantener su voto en tres regiones.
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