Irán ha anunciado este sábado que ha ejecutado al ciudadano británico-iraní Alireza Akbari, que había sido acusado de espionaje y de trabajar para el MI6, el servicio de Inteligencia de Reino Unido.
El juicio de Akbari se habría llevado a cabo con la presencia de su abogado y la sentencia de muerte se habría dictado sobre la base de "pruebas fundamentadas", según ha informado la agencia Mehr.
"(La sentencia) se ha llevado a cabo por el cargo de corrupción en la tierra y acción extensiva contra la seguridad interna y externa del país a través del espionaje para el aparato de inteligencia del gobierno británico", ha comunicado el portal de noticias oficial de la judicatura iraní, Mizan.
Considerado por Teherán como uno de los "agentes más importantes" del MI6 y todo un "maestro del espionaje", Akbari fue viceministro de Defensa durante el mandato del expresidente iraní Mohammad Mohammad Jatamí (1997-2005).
Tanto Reino Unido como Estados Unidos habían instado a las autoridades iraníes a poner en libertad a Akbari, después de detener su ejecución.
El primer ministro británico, "consternado" ante un "régimen bárbaro"
El primer ministro de Reino Unido ha condenado sin paliativos la ejecución de Akbari a través de una contundente respuesta en su cuenta de Twitter: "Estoy consternado por la ejecución del ciudadano británico-iraní Alireza Akbari en Irán", ha hecho saber.
"Se trata un acto insensible y cobarde, llevado a cabo por un régimen bárbaro que no respeta los Derechos Humanos de su propio pueblo. Mis pensamientos están con los amigos y la familia de Alireza", ha añadido.
El ministro de Exteriores británico, James Cleverly, sostuvo el miércoles que la decisión de la ejecución de Akbari era "un acto políticamente motivado de un régimen bárbaro que desprecia totalmente la vida humana".
Las autoridades habrían pedido a la familia del entonces detenido que fuera a la prisión para una "visita final" este miércoles, mientras que la esposa señaló que lo habían trasladado a confinamiento solitario, según ha informado la cadena de televisión británica BBC.
Según Akbari, le habrían drogado y torturado durante su detención, así como interrogado durante largos periodos, obligándole a hacer falsas confesiones.
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