La Embajada de Israel en España ha difundido un nuevo informe donde asegura que el 17% de los empleados de la UNRWA (la organización de la ONU de apoyo a los refugiados palestinos) colaboran con organizaciones terroristas. En términos absolutos, se traduciría en 2.135 trabajadores que, según afirman, "son miembros de Hamás y de la Yihad Islámica Palestina".
Las acusaciones del país hebreo coinciden con el transcurso de las negociaciones para alcanzar un alto el fuego en la Franja de Gaza y la liberación de los israelíes que aún permanecen secuestrados en la red de túneles de los terroristas. Por su parte, el Gobierno de España considera que la UNRWA es un "órgano indispensable" para "poder aliviar la tremenda situación humanitaria en Gaza" y mantiene su financiación a esta agencia de la ONU.
El informe presentado por la Embajada de Israel en España detalla que "al menos 15 trabajadores de la UNRWA participaron en la masacre terrorista del 7 de octubre, y parte de ellos estuvieron involucrados en el secuestro de israelíes".
Pero elevan las cifras de empleados vinculados a organizaciones terroristas hasta superar los dos millares: "2.135 trabajadores de la UNRWA en Gaza son miembros de las organizaciones terroristas de Hamás y de la Yihad Islámica Palestina". De ellos, aseguran, 485 "son miembros del brazo militar de organizaciones terroristas" y "1.650 son miembros del movimiento de Hamás".
A su juicio, 32 recintos de la UNRWA en Gaza "incluyen infraestructura terrorista permanente dentro o a una distancia no mayor de 20 metros de ellos": "Esta infraestructura incluye túneles, pozos, puestos de mando, almacenes de armamento de combate, lanzadores de misiles y puntos de vigilancia".
"Por desgracia, la UNRWA es parte del problema. No puede ser parte de la solución", apuntan en el informe presentado a los medios. En él incluyen algunos casos destacados. Como el de Faisal Ali Mussalem Al-Naami, a quien identifican como trabajador social en esta agencia de la ONU y autor de secuestro de un soldado israelí en el kibutz de Be'eri; el mismo que visitó Pedro Sánchez en su viaje oficial del pasado mes de noviembre.
También incorporan identificaciones de supuestas instalaciones terroristas en infraestructuras asociadas a la UNRWA o en las proximidades de las mismas: túneles, depósitos de armas o espacios desde los que se habrían producido lanzamientos de cohetes.
Asimismo, el informe denuncia algunos ejemplos de propagación de ideología extremista que atribuyen al sistema educativo de la UNRWA, con libros de texto que ensalzarían las actividades terroristas.
Crisis humanitaria en la Franja
Israel, además, negó este viernes una crisis humanitaria en el sur de la Franja de Gaza, aunque reconoció casos de hambre en el norte del territorio, y acusó al movimiento islamista Hamás de dificultar, incluso impedir, la distribución de ayuda a la población civil, según recoge EFE.
"No hay ninguna intención por parte de israel de causar hambre", incidió Tal Itzhakov, portavoz de la embajada de Israel en Madrid, en una videoconferencia con periodistas. Por el contrario, agregó, hay quienes asumen la versión "manipulada" del ministerio de Salud de Gaza, "controlado por la organización terrorista Hamás", para ejercer "presión internacional" contra Israel.
Aseguró que Israel ha puesto "mucho esfuerzo" en la parte humanitaria de una guerra en Gaza que no quería, que comenzó con el ataque del brazo armado de Hamás del 7 de octubre en territorio israelí. Israel "no está limitando" la entrada de ayuda, sino que tiene que revisarla antes para descartar la llegada de armas a Hamás, y trabaja con organizaciones y países para mandar más suministros y coopera "para otras iniciativas humanitarias".
"Queremos ampliar y asegurar la ayuda humanitaria en Gaza, pero no a través de la UNRWA", según la portavoz, ya que Israel ha denunciado que un 17 % de sus trabajadores son "miembros de organizaciones terroristas", sino de otras organizaciones como el Programa Mundial de Alimentos o la ONG World Central Kitchen, del cocinero español José Andrés.
Aseguró que la ayuda aérea que llega a la Franja y la marítima desde Chipre está coordinada "con Israel", y está instalando dos hospitales de campaña adicionales a otros seis.
"El problema no es la cantidad de ayuda que entra, sino la distribución a la gente", pues Hamás está "robando" para venderla en el mercado negro a palestinos y "asustando" a la población civil para no acercarse a los camiones, además de los saqueos de comida, aseguró.
Preguntada por las organizaciones internacionales gubernamentales y ONG que denuncian una crisis humanitaria en Gaza, Itzhakov insistió en que el Coordinador de las Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT, siglas en inglés), monitoriza la situación a diario.
"Según el monitoreo, podemos determinar que no hay crisis humanitaria en el sur de la Franja y no hay falta de comida. En el norte, en lugares específicos, hay mas necesidad y hambre. No es porque no entre ayuda, sino por la distribución interna y las razones mencionadas", comentó en alusión a Hamás.
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