El Gobierno de Israel ha descartado que haya accedido a excarcelar a dos altos cargos de Yihad Islámica a cambio de la tregua que entró en vigor el domingo por la noche, pese a que es una condición que los milicianos palestinos han reclamado públicamente para no reanudar los ataques. El secretario general de la Yihad Islámica, Ziyad Nakhala, ha exigido la salida de prisión de Bassam al Sadi y Jalil al Awawda, alegando que así figura en el acuerdo de alto el fuego. "Si el enemigo no cumple con lo que acordamos a través del mediador egipcio, reanudaremos la lucha nuevamente y Dios hará con nosotros lo que quiera", ha advertido, según el diario 'The Jerusalem Post'.
Sin embargo, el ministro de Seguridad Interior israelí, Omer Barlev, ha afirmado en la televisión pública que "Israel no ha acordado nada" y que, de hecho, se ha negado a las reclamaciones de la otra parte en lo referente con las liberaciones de los dos altos mandos milicianos bajo su custodia. Así, ha afirmado que ambos son "como cualquier otro preso".
Al Sadi era el máximo responsable de Yihad Islámica en Cisjordania y fue detenido la semana pasada en Yenín, en una operación previa a la escalada de la violencia en la Franja de Gaza. Al Awawda también esta bajo custodia de Israel --en detención administrativa, sin cargos-- y permanece en huelga de hambre.
Pese a estas discrepancias, la noche ha transcurrido con relativa calma y este lunes por la mañana las autoridades israelíes han reabierto los pasos fronterizos con la Franja de Gaza para permitir la entrada de ayuda humanitaria, tras varios días de cierre total.
También se reabrirán progresivamente al tráfico las carreteras cercanas a Gaza que han permanecido inaccesibles desde el jueves por razones de seguridad, según un portavoz de las Fuerzas Armadas que ve factible retornar, poco a poco, a la "rutina". Los vecinos de estas zonas aledañas tampoco deberán permanecer cerca de una zona protegida, informa 'Times of Israel'.
Israel considera cumplidos la mayoría de los objetivos de su operación militar, a falta de saber cuál es el alcance exacto de esta ofensiva sobre la población civil. Las autoridades palestinas han confirmado más de 40 fallecidos en Gaza, si bien las fuerzas israelíes admiten que pueden ser más de 50.
De los 51 fallecidos reconocidos este lunes por Israel, 24 serían miembros de Yihad Islámica, mientras que las 27 víctimas restantes serían civiles. Sin embargo, el portavoz militar ha afirmado que 16 de estos civiles perdieron la vida por el impacto de cohetes disparados por los propios milicianos palestinos y que no alcanzaron territorio israelí.
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