Israel seguirá con su ofensiva en el área de Rafah, al sur de la Franja de Gaza, donde hay más de un millón de personas evacuadas-muchas de ellas huyeron desde el norte siguiendo las recomendaciones de las FDI-. Así, el área fronteriza con Egipto pasará a ser un objetivo más de la ofensiva de Netanyahu sobre la franja, que deja ya cerca de 28.000 muertos, mientras que el ataque de Hamás sobre su territorio provocó la muerte de unas 1.200 personas.
"Es imposible lograr el objetivo de la guerra de eliminar a Hamás y dejar cuatro batallones en Rafah", ha indicado un comunicado de la Oficina del Primer Ministro de Israel. Una decisión que pone al Estado en una situación delicada con uno de sus históricos aliados, Estados Unidos, que ayer advirtió de que una ofensiva sobre Rafah supondría un "desastre" que no apoyaría.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha ordenado a las Fuerzas de Defensa de Israel y al estamento de Defensa que presente al gabinete un "plan dual, tanto para la evacuación de la población como para la disolución de los batallones".
"Está claro que una operación masiva en Rafah requiere la evacuación de la población civil de las zonas de combate", señaló el comunicado oficial.
Unos 1,3 millones de palestinos sobreviven hacinados en Rafah
Los ataques israelíes contra Rafah, donde sobreviven hacinados 1,3 millones de palestinos, han aumentado en los últimos días y con ello el temor a una ofensiva terrestre del Ejército de Israel en esta zona, una opción que ahora cobra una nueva dimensión tras el anuncio israelí.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, ya había sugerido varias veces en la última semana que Israel avanzaría hacia Rafah, cuando teminara sus operaciones en Jan Yunis, bastión de Hamás en el sur.
Esa posibilidad parecía más lejana mientras se negociaba otro posible acuerdo de tregua para liberar rehenes y presos palestinos, pero las conversaciones parecen atascadas ya que Hamás exige un cese definitivo de las hostilidades y la retirada de las tropas israelíes del enclave, algo a lo que Netanyahu se opone rotundamente.
Tanto la ONU como EEUU han expresado su preocupación ante una posible expansión de la ofensiva terrestre del Ejército israelí a Rafah, último refugio para más de un millón de gazatíes que llevan cuatro meses huyendo de los combates.
El Departamento de Estado advirtió ayer de que una operación militar en Rafah, sin la adecuada planificación para la evacuación de civiles sería "un desastre".
"Según el derecho internacional humanitario, el bombardeo indiscriminado de zonas densamente pobladas puede constituir un crimen de guerra. La intensificación de las hostilidades en Rafah, en estas circunstancias podría provocar la pérdida a gran escala de vidas de civiles", declaró esta semana Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de la ONU (OCHA).
Cerca de 28.000 muertos en Gaza
Al menos nueve personas murieron el jueves por la noche en Gaza en dos ataques aéreos que se enmarcan en la ofensiva del Ejército israelí contra el enclave palestino, donde ya han fallecido cerca de 28.000 personas.
Los cadáveres de cuatro hombres, tres niños y dos mujeres fueron trasladados al hospital Abu Yousef al Nayar, en la localidad meridional de Rafah, como pudo constatar EFE.
Los bombardeos aéreos tuvieron como objetivo dos viviendas residenciales en la zona de Tal al Sultan y en Jerbet al Adas.
Casi 28.000 gazatíes han muerto desde que comenzó la guerra, el pasado 7 de octubre, y unos 67.500 han resultado heridos, según el Ministerio de Sanidad de la Franja, controlado por Hamás.
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