Italia aplica desde este viernes la obligación de presentar el pase sanitario para poder entrar en el lugar de trabajo, que consiste en la vacunación anticovid o una prueba negativa, algo que la mayoría de empresas han aceptado mientras que en algunos sectores, como los transportistas o los estibadores, han anunciado huelgas y protestas.
La fecha del 15 de octubre para la aplicación de esta medida se había anunciado desde hacía mucho tiempo, pero las tensiones se han acumulado en los últimos días, sobre todo ante la negativa del gobierno de Mario Draghi de sean gratuitas las pruebas anticovid para los trabajadores que han decidido no vacunarse.
La cifra de personas vacunadas y recuperadas de la infección supera el 90 % y más del 80 % de los italianos se han vacunado, pero cerca del 10 % de los trabajadores no se han vacunado y muchos protestan por tener que pagar la prueba, que cuesta 15 euros, cada 48 horas.
Se esperan tensiones sobre todo en algunos puertos como Trieste, donde los estibadores han anunciado movilizaciones que podrían provocar una parada en el sector logístico ya que el porcentaje de empleados no vacunados es de cerca del 40 %.
"No hay bloqueos, quien quiere trabajar lo hace", anunció hoy a los medios Stefano Puzzer, líder de la protesta contra el pase sanitario en el puerto de Trieste, rebajando las tensiones que se habían anunciado.
Los trabajadores del sector público serán sancionados sin sueldo el quinto día de ausencia por no presentar el pase sanitario, mientras que los privados desde el primer día.
También se prestará atención a cómo las empresas gestionarán las ausencias derivadas de los empleados que no accedan al lugar de trabajo.
Trabajadores del sector público en Italia
Los trabajadores del sector público serán sancionados sin sueldo el quinto día de ausencia por no presentar el pase sanitario, mientras que los privados desde el primer día.
También se han organizado varias manifestaciones y concentraciones contra el certificado sanitario. La más importante sera en Roma, donde se han movilizado más de 1.000 agentes después de los altercados del pasado fin de semana debido a la infiltración de neofascistas que asaltaron la sede del sindicato CGIL.
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