Internacional

El jefe del Supremo venezolano rompe su silencio para ratificar su lealtad al Gobierno de Maduro

"No somos chantajeables, ni nos subordinaremos jamás, ante un gobierno extranjero que pretenda vulnerar la soberanía", ha dicho Maikel Moreno en un comunicado

El presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, Maikel Moreno, ha ratificado este miércoles su lealtad al Gobierno de Nicolás Maduro, en su primer pronunciamiento desde el alzamiento militar del 30 de abril, en el que, según la versión estadounidense, estuvo implicado.

"No somos chantajeables, ni nos subordinaremos jamás, ante un gobierno extranjero que pretenda vulnerar la soberanía", ha dicho en un comunicado que ha leído desde el alto tribunal, instando a Estados Unidos a "abandonar su política contra el pueblo venezolano".

Moreno ha aseverado que el TSJ "seguirá aplicando las medidas, los pronunciamientos y las decisiones a que haya lugar (contra) quienes atenten contra la independencia, la seguridad, la paz y la integridad del país".

"Ratificamos al pueblo venezolano y al pueblo del mundo nuestro apego a la Constitución

"Ratificamos al pueblo venezolano y al pueblo del mundo nuestro apego a la Constitución, a la ley y al servicio de la correcta administración de justicia", ha declarado.

De acuerdo con el relato proporcionado por el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, Moreno, junto con el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, y el jefe de la Guardia Presidencial, Iván Rafael Hernández, habían pactado con la oposición que dejarían caer a Maduro pero se echaron atrás por la injerencia de Rusia y Cuba.

Padrino compareció el mismo 30 de abril, día de la asonada militar, para reiterar su lealtad al Gobierno de Maduro. Moreno, en cambio, había guardado silencio hasta este miércoles.

Sin embargo, el TSJ ha seguido actuando. Así en los últimos días ha despejado el camino para procesar a siete diputados opositores y al vicepresidente de la Asamblea Nacional, el también disidente Édgar Zambrano, por rebelión y traición, entre otros delitos, por el 30 de abril.

Crisis política

La crisis política en Venezuela se agravó el 10 de enero, cuando Maduro decidió iniciar un segundo mandato de seis años que no reconocen ni la oposición ni buena parte de la comunidad internacional porque consideran que las elecciones presidenciales del 20 de mayo fueron un fraude.

En respuesta, Juan Guaidó se autoproclamó mandatario interino el 23 de enero con el objetivo de cesar la "usurpación", crear un gobierno de transición y celebrar "elecciones libres". El 30 de abril anunció el inicio de la 'Operación Libertad' para derrocar a Maduro asegurando que contaba con el apoyo de "un grupo importante" de militares.

Tras unas horas de confusión, la cúpula militar se alineó con Maduro, que dio por derrotada la "escaramuza golpista" y amenazó con acciones judiciales a todos los implicados en la misma.

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