Entre los datos revelados por el informe de la Comisión Chilcot, que analiza la implicación británica en la guerra de Irak, el documento describe una reunión entre el entonces primer ministro británico, Tony Blair, y el presidente del Gobierno, José María Aznar, en Madrid el 27 y 28 de febrero de 2003. En esta reunión, Blair y Aznar acordaron poner en marcha una estrategia de comunicación para demostrar que “estaban haciendo todo lo posible para evitar la guerra”, pese a que ambos ya conocían y apoyaban la decisión de Washington de intervenir en Irak.
Según ha adelantado eldiario, George Bush estaba decidido a lanzarse a la invasión el país que dirigía Sadam Hussein y solo aceptó la negociación de una segunda resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para que aprobara la intervención –que contaba con los votos negativos de Rusia y Francia- por los problemas internos de Blair en Reino Unido.
"Creo que los españoles habrían seguido (en la coalición dirigida por EEUU). No lo sé seguro, pero Aznar estaba absolutamente decidido", aseguró el principal cosejero diplomático de Blair
El ex líder de los laboristas británicos y el del Partido Popular estaban preocupados por la imagen que pudieran proyectar a la opinión pública por la invasión. Ambos consideraban fundamental de que sus poblaciones pensaran que ellos estaban enfocados en evitar la guerra, no en lanzarse a ella.
El informe está basado en las actas levantadas por el equipo de Blair durante estas reuniones, en las que se apunta que los dos dirigentes acordaron, pese a conocer la intención de Washington desde hacía mucho tiempo de llevar adelante la invasión, una estrategia de comunicación para fingir ante sus poblaciones.
"Aznar estaba presionando en favor de la importancia de la alianza transatlántica (la relación con EEUU), pero tenía problemas políticas mucho mayores que los nuestros", detallaban entonces los altos cargos del Gobierno de Londres. Pese a esto, Aznar no compartía el interés de Blair por una segunda resolución de la ONU, que permitiría el uso de la fuerza en Irak. Este hecho se deja relucir en la respuesta del principal consejero diplomático de Blair, que fue preguntado por si los gobierno de España y Polonía habrían seguido ante una ausencia de Londres: "Creo que los españoles habrían seguido (en la coalición dirigida por EEUU). No lo sé seguro, pero Aznar estaba absolutamente decidido, y muy, muy claramente a favor de continuar, y no de seguir intentando conseguir una segunda resolución”.
comparecencia de blair
El ex primer ministro de Reino Unido, Tony Blair, ha comparecido públicamente después de la difusión de un contundente informe oficial que confirma que el Gobierno británico se precipitó al sumarse a la invasión y exageró la supuesta amenaza que representaba el régimen de Sadam Husein Blair asume "plena responsabilidad" por Irak pero apela a la "atmósfera" post 11S.
El ex 'premier' ha asumido la "plena responsabilidad" por los errores y ha pedido que todas las críticas recaigan en él, descargando por tanto a las Fuerzas Armadas y los servicios de Inteligencia, a pesar de que las informaciones recabadas por estos últimos resultaron ser "erróneas" en lo referente a la presencia de armas de destrucción masiva. Blair ha explicado que la intervención militar en Irak fue "el momento más duro y la decisión más agónica" de su mandato (1997-2007).
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