Ahora sí. El jurado del tribunal penal de Manhattan tiene un arduo trabajo casi un mes y medio después de que comenzase el juicio penal a Donald Trump por el presunto soborno a la actriz de cine para adultos Stephanie Clifford, conocida como 'Stormy Daniels'. Es el primero de esta ídole que se desarrolla contra un expresidente de Estados Unidos y los 12 miembros del jurado tendrán que tomar una decisión tras los alegatos finales.
La última jornada del juicio la protagonizaron tanto la defensa como la Fiscalía con sus alegatos finales en una sesión que duró unas 11 horas. En ella, el Ministerio Fiscal cerró el proceso, asegurando que Trump estaba cercado por pruebas irrefutables de que falsificó documentos para silenciar a una actriz y proteger su carrera presidencial en las elecciones del año 2016.
Según este, el exabogado y ex mano derecha del magnate, Michael Cohen, se convirtió en una herramienta del acusado para "acosar a la gente y amenazarla con demandas". El abogado Joshua Steinglass se hizo eco de la declaración de hace unos días del propio Cohen, que admitía haber recibido un reembolso del dinero cuando Trump ya estaba en el Despacho Oval.
Según el letrado, que hizo un repaso por los distintos testimonios de los 22 testigos, el magnate "no pagó a un abogado, sino a una estrella del porno" a través de un abogado. Para Steinglass, las "pruebas irrefutables" son unas notas del entonces director financiero de la Organización Trump, Allen Weisselberg, en las que se indicaba cómo se le pagaría a Cohen por el dinero que gastó en comprar el silencio de 'Stormy Daniels'.
Michael Cohen, un mentiroso compulsivo según la defensa
La defensa, por su parte, en su turno final describió al exabogado del candidato republicano como un mentiroso compulsivo que solo busca destrozar a Trump.
En la sala, destacó otro aspecto, tal y como narran los medios estadounidenses. Durante 11 horas de sesión, no solo se vio a la Fiscalía y a la defensa tratando de convencer al jurado, si no que los asistentes, al parecer cansados, lo demostraban mediante bostezos.
De nuevo, el propio Trump volvió a emplear una de sus 'armas' habituales, las redes sociales, que le han valido alguna multa también durante este proceso. En su red, Truth, señaló que estaba "¡ABURRIDO!" ("BORING!", en inglés) y apelar al término "¡FILIBUSTERO!" ("FILIBUSTER!", en inglés).
Siguiente paso: deliberación del jurado
Ahora, según está previsto, el juez Merchan leerá a los 12 miembros del jurado unas instrucciones detalladas de lo que pueden y no pueden hacer mientras duren las deliberaciones, y tras ello les ordenará deliberar a puerta cerrada.
El jurado deberá acordar por unanimidad el veredicto. Si no es por unanimidad y solo uno de los 12 miembros del jurado no está de acuerdo, el juez Merchan ordenaría a la totalidad de miembros seguir deliberando hasta llegar a una decisión unánime.
Si los componentes del jurado no llegan a un consenso, el magistrado podría verse obligado a declarar un juicio nulo.
Si ni en ese supuesto los componentes del jurado llegan a un consenso, el magistrado podría verse obligado a declarar un juicio nulo, lo que sucede cuando un proceso concluye sin que se haya alcanzado un veredicto conjunto.
Juicio penal a Donald Trump
Trump está acusado en este juicio de 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales y, de ser declarado cuplable, podría ser sentenciado a penas que van de la libertad condicional hasta los cuatro años de prisión.
El expresidente estadounidense está inmerso en una maraña judicial. Sin embargo, parece que el resto de casos tendrán que esperar. El primero, el del hallazgo de documentos confidenciales hallados en su mansión de Mar-a-Lago, ya que la jueza ha decidido aplazar el juicio de forma indefinida.
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