Jueves 22 de agosto. Esta es la fecha clave que marcará el futuro más inmediato de Estados Unidos y, en concreto, del Partido Demócrata. La suerte está echada, y la Convención Nacional ha comenzado este lunes. Durante cuatro días, abarcará los distintos asuntos que preocupan a las filas del partido pero, sobre todo, ratificará a Kamala Harris como candidata a presidenta. Un rostro en el que no todos creían y que, en cuestión de semanas, ha logrado dar la vuelta al tablero político, a las encuestas y a la idea de Donald Trump de que era más sencillo derrotarla a ella que al aún presidente Joe Biden.
Así, tras la absoluta pérdida de confianza en un líder demócrata errático, lento y sin capacidad dialéctica que sumió al Partido Demócrata en el "pánico" tras el debate electoral del 27 de junio, solo han hecho falta unas semanas para que la popularidad -de la que prescindía- se haya acercado a ver a Harris.
El principal temor de las filas demócratas era si tendrían suficiente tiempo para enmendar la situación, encontrar a un candidato o candidata que cambiase un escenario que no les favorecía en casi ningún aspecto. Biden se enrocó en su puesto, no veía motivos para tener que delegar su liderazgo, más aún siendo elegido en las elecciones primarias con una aplastante mayoría.
La duda reside en cómo ha conseguido el partido de Biden resarcirse de tal manera y lograr 'fabricar' a una candidata tan rápido que esté logrando una euforia del todo inesperada.
Sin embargo, casi un mes después de la batalla dialéctica con Trump ante 50 millones de espectadores, anunció que cedía a las voces que pedían su retirada de la carrera presidencial y que sus apoyos eran para Harris. A partir de ese momento, el 21 de julio, la avalancha de rostros -entre ellos los Obama- que arrimaban el hombro a la vicepresidenta fue incesante, logrando pronto los apoyos necesarios para presentarse como candidata y consiguiendo récords de recaudación.
Pero la duda reside en cómo ha conseguido el partido de Biden resarcirse de tal manera y lograr 'fabricar' a una candidata tan rápido y que esté logrando una euforia del todo inesperada -también entre los miembros de su propio partido-. Una candidata que cuenta con puntos positivos y debilidades que hacen que el escenario parezca incierto y solo pueda desvelarse tras la Convención de Chicago.
Giro en las encuestas
Ahora, el resultado parece muy reñido ya que las encuestas, que hasta que Biden se apartó de la carrera daban la victoria al líder republicano, dan una ligera ventaja a la actual vicepresidenta. La diferencia más significativa es la que muestra el último sondeo de ABC News/Washington Post/Ipsos, que concede a la demócrata un 50% de apoyos frente al 45% que obtiene Trump.
Entre el sector de los posibles votantes, el porcentaje sube un poco, con un 51% frente al 45% del magnate.
Encuesta de Fivethirtyeight
En el promedio de FiveThirtyEight publicado el pasado domingo, Harris aventaja a Trump por un margen de 2,6 puntos, un 46,4% frente al 43,8%. Además, de acuerdo con lo publicado por The Hill/Decision Desk, la demócrata supera al republicano por 1,8 puntos, un 49% frente al 47% que obtiene el magnate.
La ambigüedad de Kamala Harris
Aunque hay aspectos en los que Harris ha cambiado de postura respecto a cuando trató de ser candidata en las elecciones de 2020 -se retiró de las primarias por falta de apoyos-, lo cierto es que una de las características de la vicepresidenta es que no es demasiado clara en algunos asuntos. Esto puede jugar a su favor o en su contra. Mientras que algunos electores pueden utilizarlo para 'ver' lo que quieren 'ver' en su política, otros pueden acusarla de no ser clara.
Los candidatos demócratas Kamala Harris y Tim WalzEFE
Sin embargo, asume en cierta medida el papel que jugó Barack Obama (2009-2017) y que le benefició sobremanera. Además, habrá que esperar a que sea nombrada oficialmente candidata y si su discurso es más claro y determinante.
Experiencia en la Casa Blanca
Que sea vicepresidenta y haya estado en pleno contacto con la gestión actual del país le ofrece puntos fuertes como la experiencia, algo con lo que no habrían contado otros nombres 'nuevos'. Eso sí, el estar a día de hoy en Washington también puede situarla en una posición frágil, ya que la población carga contra la gestión en cuanto a la inflación, la situación migratoria o la guerra en Ucrania y el conflicto entre Israel y Hamás.
Habrá que estar atentos a las calles de Chicago, ya que están convocadas miles de personas en protestas pro-Palestina durante la Convención Demócrata.
En este último asunto, habrá que estar atentos a las calles, con los ojos puestos en lo que ocurrió en la convención demócrata de 1968, en la que las protestas contra la Guerra de Vietnam se saldaron con un muerto, centenares de detenidos y momentos de violencia policial en un año de gran tensión política. En este caso, están convocadas miles de personas en manifestaciones pro-Palestina.
Harris, carrera en Justicia; Walz, en un Estado republicano
Asimismo, Harris cuenta con un bagaje en Justicia que juega a su favor frente a un candidato que se convirtió el pasado 30 de mayo en el primer expresidente de Estados Unidos considerado culpable de un caso penal por un jurado. La sentencia del juez se conocerá el 18 de septiembre.
La vicepresidenta fue senadora por California y en su largo recorrido en Justicia llegó a fiscal general del mencionado Estado, uno de los cargos más relevantes en el territorio con más habitantes.
Por su parte, Walz, actual gobernador de Minnesota -solo ese hecho es significativo, ya que ganó en un Estado traicionalmente republicano-, ofrece un mensaje de estabilidad y cuenta con experiencia en el legislativo de la Cámara de los Representantes.
Donald Trump y J. D. Vance en la Convención RepublicanaEFE
Es un rostro muy diferente al elegido por Trump, J. D. Vance, que está protagonizando más momentos polémicos que euforia y a quien los sondeos le conceden un porcentaje negativo de popularidad.
Diversidad, minorías y población rural
De madre india -involucrada en el activismo- y padre jamaicano, Harris ha conseguido adentrarse en sectores de la población más minoritarios, luchando por la cultura negra, con perfil multicultural.
Su figura, sumada a la de su mano derecha, el previsible candidato a vicepresidente, Tim Walz, podría lograr llegar a más sectores. Walz es muy popular entre la población rural, además de exprofesor de Secundaria, entrenador de fútbol y veterano de la Guardia Nacional.
Kamala Harris y Tim WalzEFE
La edad, de nuevo protagonista
Los sondeos publicados por Ipsos previos al debate señalaban que el 53% de los estadounidenses veían tanto a Biden como a Trump demasiado mayores para asumir el cargo. El dato empeoraba si se habla de "agudeza mental". El 42% de los escuestados opinaba que el republicano sí contaba con esta destreza, mientras que a Biden solo se la atribuían el 23%.
Hasta ahora, este hecho ha sido empleado por el Partido Republicano para sacar rédito, ya que aunque Trump solo tiene cuatro años menos que Biden, la agudeza y capacidad dialéctica jugaba a su favor. Los republicanos aseguraban que el demócrata era demasiado longevo para continuar en el cargo. No obstante, ahora han cambiado las tornas y Harris, que cumplirá 60 años en 2024, tiene casi 20 años menos que el candidato republicano.
Los medios y los focos
Uno de los aspectos clave para el magnate es su afición por lo mediático. No tiene problemas en aparecer frente a los focos y en comparación con Biden, era sin duda el candidato estrella de la pequeña pantalla, algo que proporciona muchos votantes y horas de discursos. Sin embargo, aún se desconce si Harris será igual de mediática tras ser ratificada como candidata, aunque sí ha asegurado que días después de la Convención Demócrata ofrecerá su primera entrevista como tal.
Los otros dos momentos que marcarán el respaldo mediático a la vicepresidenta serán tanto su discurso el jueves en Chicago, como el debate frente a Trump el 10 de septiembre.
Los otros dos momentos que marcarán el respaldo mediático a la vicepresidenta serán tanto su discurso el próximo jueves como broche final a la cita en Chicago, como el debate frente a Trump el 10 de septiembre en la ABC.
¿Frenar el efecto héroe?
A escasas horas de la Convención Republicana que ratificaría a Trump como candidato, este sufrió un intento de asesinato ante las cámaras, una serie de disparos que, por cuestión de centímetros, no acabaron con su vida. El ataque fue condenado por todos, también por las filas demócratas y por el propio presidente de Estados Unidos. La Convención mostró una imagen distinta del magante, más moderado, como si de un héroe se tratase, aclamado, aplaudido y sin necesidad de emitir palabra para asegurarse el clamor del público.
Una republicana con la oreja derecha tapada en gesto de solidaridadEFE
Incluso tras llevar tapada la oreja que sufrió el disparo, muchos seguidores le imitaron como muestra de solidaridad. Sin embargo, con todo el contra y viendo cómo la popularidad demócrata caía en picado, estos jugaron sus cartas. Biden cedió y acaparó todo el protagonismo anunciando su renuncia y a Harris como su apuesta para presidir el país. Pareció más un movimiento estratégico, o aprovechaban esa oportunidad o se verían abocados a la debacle. Lo hicieron y el 'efecto héroe' de Trump quedó eclipasado.
Perfiles distintos
La última de las características que han podido encumbrar a Harris a día de hoy es el perfil que está ofreciendo al público. El Partido Demócrata ha podido optar por una personalidad más alegre -han llegado a cargar contra su risa en la oposición-, que muestra cercanía y frescura. Lo hace frente a un Trump más oscuro y amenazante, con un discurso que puede sembrar más preocupación en la población.
Aún es pronto para saber si el partido podrá recoger frutos de la improvisada estrategia construida en escasas semanas en torno a Harris.
De todos modos, el magnate ha compartido una intensa agenda de actos de campaña para contrarrestar el foco mediático que en los próximos días se cernirá sobre la Convención Nacional Demócrata. Por ello, aún es pronto para saber si el partido podrá recoger frutos de la improvisada estrategia construida en escasas semanas en torno a Harris.
Pósters en apoyo a la vicepresidenta Kamala Harris antes de la Convención Nacional Demócrata EFE
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