La sorpresiva operación de Hamás contra Israel ha provocado la muerte de al menos 900 personas, entre las que se encuentran cientos de niños. El horror desatado por los milicianos en la Frontera de Gaza ha sido reportado por decenas de periodistas que están en terreno y por imágenes escalofriantes de secuestros y asesinatos de civiles.
Entre las peores atrocidades de Hamás se encuentra el caos desatado en el kibutz -el nombre dado a las comunas agrícolas israelís- de Kfar Aza, a unos 400 metros de la frontera con Gaza. Entre las víctimas hay 40 bebés menores de dos años, según el general del ejército Itai Veruv, al que ha entrevistado la cadena i24news. Algunos de ellos, ha asegurado el militar, han sido degollados.
Las autoridades cuentan al menos 200 cadáveres en una población de tan solo 756 habitantes, lo que eleva la cifra de muertos a casi un tercio de su población.
El ataque, afirman desde el ejército, no terminó hasta pasadas unas 48 horas de combates en las que se enfrentaron a "oleadas de terroristas" en las áreas aledañas a la localidad.
"Ves a los bebés, a las madres, a los padres, en sus dormitorios, en salas donde trataron de ponerse a resguardo y cómo los terroristas los mataron. No es una guerra, no es un campo de batalla. Es una masacre, es una actividad terrorista", describe Veruv.
Las cifras de muertos, en aumento
El recuento de víctimas desde el estallido de violencia entre Israel y Palestina va en aumento: casi 900 personas murieron a causa del ataque de Hamás, y la contraofensiva israelí ha dejado tras de sí al menos 830 gazatíes muertos, aunque se augura que ambas cifras crezcan.
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