El presidente de Francia, Emmanuel Macron, da este miércoles un nuevo paso en su reiterado deseo de reformar el espacio Schengen con un encuentro con los ministros europeos de Interior, que el jueves mantendrán en Lille una reunión al respecto.
Su presencia en un acto en la vecina localidad de Tourcoing la víspera de esa cita informal refuerza, según el Elíseo, la importancia que Francia otorga a esa reforma durante su presidencia de turno del Consejo de la UE este semestre. Desde que asumió esa responsabilidad en enero París ha dejado claro que uno de los ejes de su mandato es lograr una Europa más soberana, un objetivo que pasa por un mejor control de sus fronteras exteriores.
Macron quiere un "pilotaje político" de esa zona de libre circulación siguiendo el modelo del Eurogrupo, que reúne de forma regular a los ministros de Finanzas. "Las fronteras, como la moneda, son un tesoro común. Si no las defendemos, no podemos explicar a nuestros compatriotas que hay libertad de circular", indica este miércoles el jefe de Estado en una entrevista en el diario local La Voix du Nord.
Fronteras de Schengen
Macron quiere también un refuerzo de la evaluación del funcionamiento de la libre circulación en los distintos Estados, transparencia en el diagnóstico, y ampliar los medios de la agencia Frontex para llegar a 10.000 agentes de vigilancia de aquí a 2027, frente a los 6.500 actuales.
Aboga además por crear un mecanismo intergubernamental de apoyo de urgencia en caso de crisis en las fronteras exteriores de ese espacio, del que forman parte 22 de los 27 Estados de la Unión Europea (UE), así como Noruega, Islandia, Suiza y Liechtenstein. "Los europeos debemos organizarnos mejor. Nuestro espacio de libre circulación está amenazado si no sabemos controlar nuestras fronteras exteriores y vigilar quién entra", estima deseoso a la vez de una mayor coordinación para compartir la información entre Estados sobre peticiones de asilo.
Francia espera alcanzar también "una masa crítica" de Estados dispuestos a repartirse a personas que necesiten protección internacional y que los otros colaboren ya sea a nivel financiero, humano o material. El encuentro en Lille este jueves, en el que participará el titular español de Interior, Fernando Grande-Marlaska, es de carácter informal y será seguido el viernes de uno similar de Justicia.
Están sobre la agenda en este caso la lucha contra los crímenes y los discursos de odio y una mayor coordinación transfronteriza tanto en caso de secuestros como en materia de reconocimiento de la filiación, para que una familia no pierda derechos en caso de cambiar de país. En un primer momento, Francia quiere avanzar la discusión para que la incitación al odio y los delitos motivados por el odio formen parte de la lista de "delitos de la UE", lo que sería una etapa previa al establecimiento de normas mínimas sobre la definición y sanciones para ese tipo de actos.
"Es la primera vez que los ministros van a discutir al respecto. Solicitar unanimidad es ambicioso, pero el tema nos parece importante", apuntan fuentes ministeriales, que precisan que en la discusión participarán representantes de Facebook y Google.
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