El presidente francés, Emmanuel Macron, remodeló este lunes su Gobierno, en el que mantiene a sus principales pesos pesados, para darle un cariz más político y responder así a la pérdida de la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. Con ese objetivo, el nuevo Ejecutivo incluye algunas nuevas caras vinculadas a la izquierda y a la derecha, mientras continúa la columna vertebral formada por los titulares de Economía (Bruno Le Maire), Interior (Gérald Darmanin), Exteriores (Catherine Colonna) y Defensa (Sébastien Lecornu).
Macron había prometido un Gobierno de "combate", mejor dotado para el trabajo político y parlamentario tras la nueva situación abierta con las elecciones de junio, en las que su alianza Ensemble perdió la mayoría absoluta, aunque la oposición está muy polarizada y no puede ofrecer una alternativa.
Ante el rechazo de los demás partidos a formar una coalición, el presidente se tiene que conformar con intentar forjar alianzas caso por caso y para ello ha incorporado al Ejecutivo algunas figuras de perfil más político, tanto procedentes de la izquierda como de la derecha, además de personalidades destacadas de la sociedad civil.
Jean-Chritophe Combe, hasta ahora director de la Cruz Roja francesa, sustituye como ministro de Solidaridad y Personas Discapacitadas al conservador Damien Abad, asediado por varias denuncias de violencia sexual que la semana pasada supusieron la apertura de una primera investigación judicial.
En el acto de traspaso del cargo, Abad se declaró víctima de "calumnias innobles" y lamentó no haber tenido tiempo de poder trabajar. Dentro de los guiños políticos, Olivier Klein, que pasó por el Partido Comunista y luego por el Partido Socialista, se ha convertido en el ministro de Vivienda y Urbanismo.
Otro caso destacable es la llegada de Laurence Boone, hasta ahora economista jefe de la OCDE y antigua asesora económica del presidente socialista François Hollande, que será la nueva ministra delegada para Europa. Su predecesor, Clément Beaune, procedente del Partido Socialista, será el nuevo ministro delegado de Transportes.
En el otro lado del arco político, una antigua figura del partido conservador LR, Caroline Cayeux, alcaldesa de Beauvais desde 2001 y con amplia experiencia en administración local y regional, ha sido nombrada ministra de Colectividades Territoriales.
Nombramiento polémico en Sanidad
Un médico urgentista, François Braun, será el ministro de Sanidad, en un gesto hacia los graves problemas del sector sanitario por el cierre de camas y departamentos en los hospitales debido a la falta de personal, que abandona por la falta de medios y se dirige a la práctica privada.
Sin embargo, su nombramiento no ha caído bien en el sector. De "auténtica provocación" lo calificó la Asociación de Médicos Urgentistas, a la que no gustó el plan de choque propuesto por Braun hace un par de meses para solucionar la grave crisis de los servicios hospitalarios de urgencias. "Todo nuestro sistema sanitario está al límite", reconoció el nuevo ministro en su toma de posesión.
Macron también recupera para la primera línea, como portavoz del Gobierno, a Olivier Véran, que fue titular de Sanidad durante buena parte de la pandemia, y que ha tenido un breve paso de seis semanas por el cargo de secretario de Estado de Relaciones con el Parlamento.
La oposición de izquierda criticó la remodelación como insuficiente. "Es una capa de agua tibia sobre un volcán en fusión", dijo el secretario general del Partido Socialista, Olivier Faure. Para un dirigente del Partido Comunista, Macron ha hecho "el juego de las sillas musicales" sin cambiar nada de fondo.
El nuevo Gobierno celebra esta tarde su primer Consejo de Ministros. Su primer gran reto será el discurso de política general con el que la primera ministra, Élisabeth Borne, abrirá en la práctica la legislatura ante la Asamblea Nacional el próximo miércoles.
Borne aún no ha anunciado si entonces se someterá a una moción de confianza, algo que exigen algunos dirigentes de la alianza de izquierdas Nupes, que amenazan con presentar una moción de censura si no lo hace.
Sin embargo, algunos medios franceses avanzaron hoy que Borne se ha decidido por no hacerlo, lo que augura un enfrentamiento con la izquierda parlamentaria.
Esta misma semana, el Gobierno tiene previsto presentar un proyecto de ley con una serie de medidas para ayudar al poder adquisitivo de los ciudadanos, muy dañado en los últimos meses por el aumento de precios de los últimos meses.
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