El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha pedido este viernes a la Iglesia cristiana fortalecer la educación entre los niños ya que, según él, hay jóvenes que han caído en la "tentación del diablo" para salir a "quemar" edificios. Las declaraciones del dictador se producen a propósito de las protestas que están teniendo lugar estos días en el país por los resultados de los comicios presidenciales.
"Por eso es tan importante que las iglesias cristianas sigan fortaleciendo los procesos educativos entre niños y niñas, que no se dejen apabullar por las redes sociales, que demos una batalla como país donde la Iglesia cristiana, y también mis hermanos católicos, hagan un esfuerzo por los valores nacionales", ha dicho Maduro en un encuentro con pastores evangélicos.
Maduro ha exhortado a buscar a los jóvenes para "el bien, para la educación, para la cultura, para la vida, para el compartir, para la familia".
"Ahí vimos esos hechos de violencia, gente muy joven que cayó en la tentación del diablo y recibió su dinero, con drogas, y salieron a quemar hospitales, escuelas (...) entonces dicen en el mundo que eso fue protesta", añadió el presidente de Venezuela. El presidente ha calificado los hechos como "terrorismo", al tiempo que ha asegurado que en 48 horas se "restableció la paz".
El jueves, el presidente de la ONG venezolana Foro Penal, Alfredo Romero, ha sostenido que hay 118 jóvenes, de entre 13 y 17 años, detenidos tras las protestas registradas en el país en contra del resultado oficial del Consejo Nacional Electoral (CNE), que proclamó como ganador de las presidenciales a Maduro.
Asimismo, recordó que entre los aprehendidos hay personas con discapacidad, así como un ciudadano que se encuentra dentro del espectro autista.
"Hay una persona sorda detenida, hay personas con, además de discapacidad, enfermedades de algún tipo, crónicas", añadió.
El activista indicó que la mayoría de las detenciones se dieron en el contexto de las manifestaciones en contra del resultado oficial de las elecciones presidenciales pero -detalló- están verificando denuncias de aprehensiones "selectivas", en los que funcionarios de seguridad se llevan a personas que están dentro de sus hogares.
Según el Ejecutivo venezolano más de 2.400 personas han sido detenidas en el contexto de las protestas desatadas tras las elecciones del 28 de julio, en las que, según la Fiscalía, se registraron 25 muertes.
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