El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha asegurado este jueves que es "imposible" posponer la fecha de las elecciones parlamentarias del país caribeño, como ha sugerido la Unión Europea, y ha vuelto a pedir a la entidad que mande observadores electorales para la cita.
"La Unión Europea sugirió la posibilidad de postergar la fecha de las elecciones parlamentarias en Venezuela, pero es imposible porque es un mandato constitucional", ha explicado Maduro durante un acto retransmitido por VTV. "El único que elige al poder legislativo en Venezuela es el pueblo con su voto", ha recalcado.
En este contexto, ha señalado que "ojalá" la UE "mande una comisión" a los comicios "si quieren saber la verdad", haciendo hincapié en que el Ejecutivo del país caribeño mantiene "buena intención, buena voluntad y ganas de entendernos". "Les vamos a atender muy bien y podrán ver la campaña electoral, las elecciones, la verdad de Venezuela que no les permite el Gobierno de Estados Unidos ver", ha remachado.
La Unión Europea (UE) ha afirmado este jueves que sólo desplegaría a observadores electorales de cara a los comicios previstos para diciembre en Venezuela si hay "importantes cambios a las condiciones" para la celebración de la votación.
La diplomacia europea mantiene una serie de contactos con el objetivo de que en Venezuela se den las condiciones para celebrar unos comicios "creíbles" y considera que el aplazamiento de las elecciones daría margen para organizar unos comicios con garantías, incluida la posibilidad de desplegar observadores internacionales.
Acusa al Grupo de Contacto de tener una "conducta injerencista"
Venezuela ha rechazado este jueves la declaración del Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela y le ha acusado de "conducta injerencista"."Su más reciente declaración no es más que una compilación de insólitas intromisiones, disociadas de la realidad venezolana, con el fin de imponer una agenda contraria al espíritu democrático del pueblo venezolano", ha señalado el Ministerio de Exteriores de Venezuela en un comunicado.
A su juicio, el Grupo Internacional de Contacto tiene "poca o nula utilidad" y "desde su primer encuentro (...) no ha hecho más que procurar alimentar tensiones políticas en Venezuela y exacerbar las posiciones extremistas desenfrenadas", algo que está "en línea directa con la política de agresión constante del Gobierno de Estados Unidos".
En cuanto a las elecciones del país caribeño, previstas para el 6 de diciembre, el Ministerio de Exteriores ha asegurado que "ninguno" de los países del grupo cuenta con un sistema electoral "tan robusto y seguro" como el venezolano.
En este sentido, ha criticado que pretender posponer la fecha de las elecciones incurre en una "flagrante violación" de su Constitución. La postergación de los comicios es, según el texto, "un gesto inaceptable, propio, en el mejor de los casos, del desconocimiento de las leyes internacionales y la ley venezolana".
Por ello, y "a pesar de los infundados señalamientos hacia el sistema electoral venezolano, de las intromisiones groseras en asuntos internos y del uso politizado de supuestos informes de Derechos Humanos elaborados a distancia y sin rigor metodológico", Venezuela ha instado al Grupo Internacional de Contacto a "desistir" de sus "maniobras desesperadas".
En su lugar, han solicitado a la agrupación que se una a "la racionalidad de otros actores internacionales que han decidido aportar positivamente como generadores de confianza y acompañantes del ejercicio democrático" en las futuras elecciones.
El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, se ha reunido con el Grupo Internacional de Contacto para informarle de sus gestiones en el país sudamericano de cara a las elecciones legislativas de diciembre.
La cita ha estado marcada por el informe de la ONU publicado este miércoles en el que se denuncian crímenes de lesa humanidad perpetrados o avalados por el Gobierno venezolano, en el marco de un patrón cuyas ramificaciones se extienden hasta el propio presidente, Nicolás Maduro, y para el que se podría solicitar la intervención del Tribunal Penal Internacional (TPI).
El Grupo de Contacto ha expresado "su apoyo" a los trabajos de la misión de investigación y ha pedido que cuente con "acceso sin restricciones" al país para "poder llevar a cabo su mandato, antes de expresar su "profunda preocupación" por las conclusiones del informe.
En este sentido, ha mostrado su preocupación por "la reducción del espacio democrático" de cara a las elecciones y ha reclamado "garantías electorales en línea con los estándares internacionales y la Constitución de Venezuela".
Sin embargo, ha resaltado que en estos momentos "no se dan las condiciones" para unas elecciones de este tipo, pero ha aplaudido el llamamiento del Gobierno a la comunidad internacional para que envíe observadores.
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