Internacional

Maduro, insensible a la presión internacional por el fraude electoral, se dispone a perpetuarse con más represión

Maduro continúa parapetado tras los militares mientras las autoridades de Venezuela comienzan a desplegar al Ejército en todo el territorio nacional hasta el 15 de agosto

El régimen de Nicolás Maduro continúa intacto tras las elecciones presidenciales. El líder del país ganó, según los datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), con un 51% de los votos frente al 44% del principal opositor, Edmundo González Urrutia.

Sin embargo, este resultado tan solo está avalado por el gobierno venezolano a la espera de la publicación de las actas oficiales, tal y como piden diferentes países de todo el mundo, para verificar la reelección del presidente venezolano.

Mientras, Maduro continúa parapetado tras los militares y las autoridades de Venezuela han comenzado a desplegar al Ejército en todo el territorio nacional, una medida que se mantendrá hasta el 15 de agosto, según ha recogido el diario 'El Universal'.

Las propias Fuerzas Armadas han indicado que el objetivo es "garantizar el resguardo del material electoral, así como la paz y la seguridad de la patria", al tiempo que ha ofrecido apoyo al CNE.

Los Gobiernos de Uruguay, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominican han ejercido presión en una declaración conjunta en la que manifiestan su profunda preocupación por el desarrollo de las elecciones presidenciales en Venezuela y exigen la revisión completa de los resultados electorales, Además, han solicitado una reunión urgente de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Desde Argentina se ha denunciado "fraude electoral" en Venezuela y se ha exigido "total transparencia" en el recuento de votos. "Condenar el fraude electoral perpetrado por el régimen del dictador Nicolás Maduro en la República Bolivariana de Venezuela. Argentina exige total transparencia en el recuento de votos. No vamos a consolidar ningún resultado sin el respaldo de los veedores internacionales; por supuesto, que no sean títeres del régimen chavista", indicó el portavoz del Gobierno.

El Ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Javier González-Olaechea, ha acusado a Maduro de "fraude" y ha comunicado que "países de la región estamos coordinando acciones conjuntas para que se respete indubitablemente la voluntad del pueblo venezolano expresada ayer".

También desde Brasil se cuestiona la victoria de Maduro y su presidente, Lula Da Silva, ha pedido analizar las denuncias de fraude electoral y ha solicitado investigar los resultados y dilucidar por qué la oposición denuncia irregularidades en el conteo de votos.

El líder chileno, Gabriel Boric, ha manifestado sentirse "obligado moralmente a exigir total transparencia en esta elección" y se ha negado a reconocer la victoria de Maduro a la espera de "ver qué es lo que finalmente sucede", pero ha recalcado el "dolor" que siente cuando "uno ve el dolor de millones de venezolanos que han salido al exilio producto de la difícil situación de los últimos años en Venezuela".

Mientas, la minoría de países que han felicitado a Maduro son Rusia, Bolivia, Cuba, Nicaragua, Honduras, Madagascar, China, Siria e Irán.

La izquierda internacional cuestiona la "victoria" de Maduro

Entretanto, las críticas generalizadas a Maduro y las acusaciones de fraude electoral vienen, en gran parte, de la izquierda internacional.

Países europeos como Francia o Reino Unido han puesto en duda la veracidad de los resultados. Desde la diplomacia francesa se ha solicitado "la plena aplicación de la ley electoral venezolana, lo que implica sobre todo la publicación integral de las actas y de los resultados de los centros de voto". "Solo la transparencia total del proceso electoral puede garantizar la veracidad de la votación y el respeto a la voluntad de los electores", han insistido.

Por otro lado, el Ministerio de Exteriores británico ha indicado en un comunicado que Londres "no acepta la legitimidad de la administración actual presidida por Nicolás Maduro" y ha advertido de que la situación puede volverse "tensa" en el país caribeño. "Debéis evitar las multitudes y manifestaciones, que pueden volverse violentas y ser dispersadas mediante el uso de la fuerza", recoge el texto, dirigiéndose a los británicos en el país latinoamericano.

Desde Estados Unidos también sobresale la "preocupación" por la "victoria" de Maduro. El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, ha pedido desde Japón un recuento "detallado" de los votos.

"Ahora que concluyó la votación, es de vital importancia que cada voto sea contado de forma justa y transparente", señaló en un comunicado, que muestra la preocupación del Gobierno de Joe Biden de que "el resultado anunciado no refleje la voluntad o los votos del pueblo venezolano".

Esta tendencia contrasta con el de la izquierda española ya que, si bien la posición del Gobierno es escéptica y pone en duda la victoria de Maduro mientras exige la certificación de las actas electorales -como ha hecho el ministro Albares-, desde los socios de Sánchez la postura es muy diferente.

Desde Podemos, afín a Maduro, se ha reconocido su victoria e incluso el antiguo miembro del partido, Juan Carlos Monedero, estuvo en Caracas durante los comicios para apoyar la candidatura del actual presidente.

Irene Montero ha asegurado que "el pueblo venezolano ha elegido a Maduro como Presidente" y que la "Comunidad internacional y observadores internacionales deben garantizar respeto a resultados por todas las partes dentro y fuera del país". La secretaria general del partido y diputada de Sumar, Ione Belarra, ha añadido que "el pueblo ha hablado y su voluntad debe ser respetada". También desde Izquierda Unida han felicitado a Maduro por su victoria.

Maduro quiere "nuevos consensos" con la oposición

En este escenario, un Maduro ajeno a las críticas internacionales ha anunciado este lunes que tiene previsto firmar un decreto para convocar un proceso de diálogo nacional que favorezca "nuevos consensos" y un "entendimiento" entre las diferentes fuerzas políticas del país, pregonando un plan que incluirá siete "transformaciones nacionales" que formarán la columna vertebral de su programa de Gobierno de cara al futuro.

Así lo ha expresado durante un discurso desde el Palacio de Miraflores, sede del Gobierno central, donde ha asegurado que las conversaciones incluirán a "todos los sectores económicos, sociales, culturales, políticos del país". Maduro ha aprovechado la ocasión para recalcar que en Venezuela "habrá paz, estabilidad y respeto a la ley y la justicia".

Maduro ha enfatizado que "en Venezuela habrá paz, estabilidad, respeto a la ley y la justicia". "Ha triunfado la independencia nacional y la dignidad del pueblo de Venezuela", ha manifestado antes de ratificar que se ha producido un "ataque masivo al sistema de transmisión de datos del CNE". En este sentido, ha asegurado que el caso "queda en manos de la Fiscalía", que "revelará detalles y establecerá las medidas pertinentes" al respecto.

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