Las autoridades marroquíes han trasladado desde el pasado viernes a ciudades del centro del país a unos 1.300 emigrantes, de los 1.550 detenidos en la región de Nador, tanto durante el intento el viernes de cruce masivo a Melilla, como en las horas posteriores y en redadas hechas en los días siguientes en bosques y localidades marroquíes cercanas.
Según informaron a EFE fuentes locales, las autoridades alejaron en las últimas 24 horas a la ciudad de Juribga, a 600 kilómetros de Melilla, a un centenar de emigrantes y tienen previsto seguir en las próximas horas con los traslados. Las mismas fuente cifraron en 1.300 a las personas arrestadas a lo largo de todo el viernes, cuando ocurrió el cruce masivo con el resultado de al menos 23 emigrantes muertos, a las que se suman otras 250 en los días posteriores durante redadas hechas en montes y localidades cercanos a Melilla, donde se esconden los subsaharianos esperando el momento de cruzar a España.
De esas 1.550 personas, ya han sido alejadas de Nador alrededor de 1.300 a una decena de ciudades como Beni Bellal, Safi, Juribga, Errachidía, Fkih Ben Saleh o Tarudant. Durante las próximas horas, proseguirán los traslados de migrantes a otros puntos del país, siguiendo la política de dispersión que acostumbra a hacer Marruecos con estas personas.
Las autoridades detectaron asimismo en estos días una nueva movilización de personas subsaharianas, en este caso de países del África occidental, que se desplazan a la provincia de Nador y estiman que hay unos 400 emigrantes escondidos en un bosque cercano a Melilla, informaron las fuentes. Sobre 65 de los detenidos el viernes pesa una investigación judicial abierta y a 32 de ellos se les comenzó a juzgar ayer en el juzgado de primera instancia de Nador, una vista que continuará el próximo lunes.
Las imputaciones de Marruecos
La Fiscalía marroquí les imputa delitos de organizar la entrada y salida clandestina de personas desde y hacia Marruecos, injurias y uso de violencia contra las fuerzas públicas, aglomeración armada y daños a bienes públicos. Los otros 32 emigrantes procesados (uno de ellos menor de edad) pasaron ayer a disposición de la Fiscalía del Tribunal de Apelación de Nador serán juzgados a partir del 13 de julio en esta corte judicial.
A estos 32 el ministerio fiscal del país magrebí les imputa delitos más graves: el de organizar la entrada y salida de personas pero de forma habitual, lo que lo eleva al de tráfico de seres humanos, así como secuestro de un agente marroquí para usarlo como rehén, incendio, violencia e injurias contra la policía.
El episodio, el más numeroso y violento de los últimos años, se produjo cuando alrededor de 2.000 emigrantes subsaharianos, armados con palos, armas blancas y piedras, se dirigieron en bloque hacia la valla para flanquearla y 133 consiguieron entrar en España, ante un amplio dispositivo de fuerzas marroquíes, que actuaron con porras, gas, pelotas de goma y piedras. En ese intento de cruce fallecieron 23 personas, según fuentes oficiales marroquíes, que sitúan la mayoría de los muertos en una avalancha ocurrida dentro de un espacio acotado del paso fronterizo del Barrio Chino, cuando unos aplastaron a otros al intentar salir por un torniquete que da paso a España.
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