La Cámara de los Diputados de Italia aprobó este martes la reforma constitucional impulsada por el primer ministro, Matteo Renzi, que contempla, entre otros elementos, limitar los poderes del Senado y acabar con el bicameralismo perfecto. La reforma constitucional fue aprobada con 361 votos favorables y 7 contrarios. Ahora, Italia abre la vía a la celebración de un referéndum que tendrá lugar previsiblemente en octubre y que será fundamental para dar el apoyo final a la ley.
La reforma no fue secundada por los principales partidos de la oposición, como el Movimiento Cinco Estrellas o Forza Italia, que decidieron abandonar la cámara antes de la votación. Tras dos años de debates, la reforma constitucional, una de las medidas clave del Ejecutivo italiano, está ya en su fase final: el referéndum en el que Renzi se juega su credibilidad, tal y como ha afirmado recientemente. "Me lo juego todo, si pierdo el referéndum, me voy a casa", ha dicho.
"Me lo juego todo, si pierdo el referéndum, me voy a casa", ha dicho el primer ministro italiano
La actual Constitución italiana concede a la Cámara de los Diputados y al Senado los mismos poderes legislativos, una medida que surgió para evitar concentrar el poder en una sola cámara pero que, con los años, se ha acabado convirtiendo en un obstáculo insalvable. Y es que el sistema constitucional de Italia ha causado en muchas ocasiones largos debates y un significativo inmovilismo legislativo, con leyes paralizadas durante años debido a que su aprobación debía darse en ambas cámaras. Por su trascendencia, esta reforma ha recorrido una larga y discutida tramitación parlamentaria y, de ser aprobada definitivamente, convertirá al Senado en una cámara de representación regional sin capacidad para legislar.
El número de senadores pasará de los 315 actuales a 100, entre consejeros regionales y alcaldes, y no serán designados en elecciones generales sino durante las regionales. Tampoco percibirán sueldo por su rango de senadores, pero mantendrán la inmunidad parlamentaria. La nueva cámara tendría menos competencias y debería ratificar sólo reformas de la Constitución, referéndum populares, y tratados internacionales, entre otras pocas cosas más.
La aprobación de la reforma en la Cámara de los Diputados fue aplaudida por miembros del Gobierno de Renzi, como la ministra para las Reformas, Maria Elena Boschi. "Después de dos años de trabajo, ¡el Parlamento ha aprobado la reforma constitucional! Gracias a aquellos que creyeron en #lavoltabuona (esta es la buena)", escribió en su perfil de la red social de Twitter.
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