El avance espectacular de la alianza de izquierda francesa no será suficiente para obligar al presidente Emmanuel Macron a nombrar primer ministro a Jean-Luc Melenchón, según todas las proyecciones. El líder de la NUPES (Nueva Unidad Popular, Ecologista y Social), no escondía anoche cierta decepción en su primera reacción a los resultados de la primera vuelta de las legislativas.
Melenchón insistió más sobre la "derrota" del partido del presidente que en una quimérica victoria el próximo domingo que le llevara a la jefatura de gobierno y a la cohabitación con Macron.
El empate en votos entre la izquierda y la formación macronista, Juntos, se convierte, a causa del sistema mayoritario uninominal, en una proyección muy favorable para la formación que dirige Francia desde hace cinco años. Para todos los analistas, la alianza electoral de las izquierdas (La Francia Insumisa, verdes, socialistas y comunistas) ha consumido casi en su totalidad su reserva de votos. No le conceden posibilidades. Por ello, los portavoces de la NUPES insistían anoche en convertir la segunda vuelta en un referéndum antiMacron, llamando -sin nombrarles- a los votantes del resto de formaciones de oposición para apoyar a la izquierda en los duelos contra Juntos por los escaños en juego.
Las legislativas representan 577 circunscripciones que decidirán los diputados que se sentarán en la Asamblea. Anoche, en cada circunscripción, se clasificaron para la segunda vuelta dos candidatos que se la jugarán la semana que viene. Por tanto, el próximo domingo se vivirá un gran número de 'finales' entre un candidato de la NUPES y otro de Juntos. La consigna de voto de los partidos eliminados en esas circunscripciones puede ser decisivo. Los votantes de Agrupación Nacional, el partido de Marine Le Pen, tercera fuerza en votos -no en escaños- no parecen muy inclinados a votar por los candidatos de Macron, ni por los de la alianza de izquierda. Le Pen, en todo caso, pidió no apoyar ni "a los que os privan de los derechos" (Macron), ni "a los que os quitan los bienes" (Melenchón). El partido de Le Pen jugará, por su parte, más de cien duelos contra candidatos de izquierda.
La derecha moderada, salvavidas de Macron
Mucho más fácil parece que los votantes de la derecha moderada, Los Republicanos, opten por respaldar al candidato macronista contra la izquierda en las circunscripciones donde su aspirante ha sido eliminado en la primera vuelta. Si, como parece, el partido del presidente no obtiene la mayoría absoluta, necesitará los votos de LR para lograr aprobar las reformas que, como la de las pensiones, representan una línea roja para todos los partidos de izquierda aliados en la NUPES. Los Republicanos, que van a perder muchos diputados, pueden hacer valer su importancia ante una fuerza macronista menos poderosa.
Un resultado de ayer que sí es definitivo es la eliminación de Éric Zemmour, derrotado por el representante de Macron y el de Le Pen. El jefe de Reconquista vive así su segundo fracaso en política, tras su bofetada en las presidenciales. Es también su segundo descalabro frente a Marine Le Pen en el particular combate que se libran los dos representantes de la derecha radical francesa.
Si, como parece, el partido del presidente no obtiene la mayoría absoluta, necesitará los votos de LR para lograr aprobar las reformas que, como la de las pensiones, representan una línea roja para todos los partidos de izquierda aliados en la NUPES
Todos los partidos han insistido sobre el récord de abstención alcanzado en esta primera vuelta y han hecho un llamamiento casi desesperado para incitar a los franceses a acudir a las urnas el domingo que viene. Para las formaciones de izquierda reunidas en la NUPES, la participación masiva de los jóvenes y de los habitantes de las zonas más pobres es, según ellos, la clave para seguir soñando con la victoria, es decir, con una mayoría en la Asamblea que nadie, horas después del cierre de las urnas, les augura.
Melenchón tiene el mérito de haber colocado a la izquierda como primer bloque de oposición en la cámara baja, pero si la NUPES no llega a la mayoría, los partidos que la forman harán la guerra parlamentaria por su cuenta e, incluso en el caso de los ecologistas y los socialistas, podrían apoyar algunas medidas propuestas por Emmanuel Macron. El jefe de los comunistas franceses, Fabien Roussel, ya advirtió que se integraron en "una alianza electoral", no parlamentaria. La NUPES es una fórmula para salvar los muebles de partidos aplastados en las presidenciales que, en solitario, difícilmente podrían obtener un grupo parlamentario (15 diputados).
Se acabó el rodillo de Macron
El sistema electoral favorece que Macron tenga una mayoría, aunque no absoluta. Los votos de la derecha moderada y la derecha dura impedirían a Melenchón ser jefe de gobierno en el caso hipotético de que NUPES alcanzara una mayoría relativa.
El resultado más claro de esta primera vuelta de las legislativas es la decisión de los franceses de retirar al presidente Macron el poder absoluto en la Asamblea y obligarle a consensuar reformas. Para algunos, la cámara baja puede convertirse en una guerra de trincheras con el peligro de bloqueo e inestabilidad. Para otros, será una buena oportunidad para hacer revivir el interés de los ciudadanos en la política, algo que más de un 50% de abstención parece exigir.
Emmanuel Macron y sus tropas salen heridos de este combate electoral. Pero para un presidente que ha gestionado cinco años de crisis con éxitos y errores, conservar la mayoría en la Asamblea no es precisamente un fracaso. Su leit motiv para los cinco días de campaña que quedan no variará, según ya han anunciado sus candidatos: "Francia corre el peligro de depender de los extremos". Necesitará algo más original y atractivo para convencer a los abstencionistas y a los indecisos.
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