El presidente de EEUU, Donald Trump, ha usado la convención republicana para intentar persuadir a los estadounidenses de que el exvicepresidente Joe Biden es "aún más inaceptable" que él, y convencer así a ciertos votantes en estados clave de quedarse en casa el 3 de noviembre.
Las cuatro noches de Convención Nacional Republicana han dibujado un escenario casi apocalíptico si Biden gana las elecciones de noviembre, según el cual Estados Unidos se convertiría en un país socialista, radical e inseguro, con un presidente desconectado de los intereses de los estadounidenses de a pie.
"Trump está reciclando su estrategia de 2016 de convencer a los votantes de que su rival es aún más inaceptable que él. Sabe que es impopular y ha decidido perfilar a Biden como el caballo de Troya de una izquierda que destruirá EEUU", resumió para Efe el profesor de políticas en la Universidad de Minesota, Larry Jacobs.
Aunque el mandatario llegó a la convención desgastado por la crisis del coronavirus, se encuentra ahora ligeramente mejor posicionado que hace un mes en las encuestas de los principales estados bisagra, los que -de acuerdo con el sistema electoral de EEUU- decidirán en la práctica si Trump logra un segundo mandato.
Empequeñecer la base demócrata
Los expertos consultados por Efe no creen que la convención republicana haya ayudado a "expandir la base de votantes" fieles a Trump, que distintas estimaciones sitúan entre el 25 y el 35 % de los estadounidenses registrados para votar.
Pero sí es posible que haya "aumentado la probabilidad" de que los menos convencidos de ese grupo "acudan realmente a votar, o al menos de que no voten, en lugar de respaldar a Biden", en palabras de Karen Hult, experta en la Presidencia estadounidense en la universidad de Virginia Tech.
"(Trump) no está tratando de ampliar su base de votantes, simplemente necesita empequeñecer la base del Partido Demócrata", explicó a Efe un profesor de Políticas en la Universidad Hamline de Minesota, David Schultz.
Los discursos de la convención dejaron claro que la apuesta de Trump se centra en movilizar a votantes de clase trabajadora en zonas rurales, y en particular a las mujeres blancas sin estudios universitarios, que en 2016 fueron claves para auparle al poder pero ahora están distanciándose de él, según algunas encuestas.
Las mujeres, una audiencia crucial
Las constantes menciones al recién cumplido centenario del sufragio femenino en EEUU, los alegatos contra el aborto y el discurso de la primera dama, Melania Trump, fueron un claro intento de llegar a esas votantes que le respaldaron en 2016.
Pero también buscaban alcanzar a otras que no lo hicieron, y que ahora se plantean apoyar a Biden.
"Trump necesita que las mujeres con educación universitaria de los suburbios (mayoritariamente demócratas) se queden en casa como hicieron en 2016, en lugar de ir a votar como hicieron en (las legislativas) de 2018. Esta convención ha intentado disuadir a esas mujeres de votar por Biden", opinó Schultz.
La idea de fondo es reducir la oposición demócrata y mantener la fidelidad de quienes le respaldaron en 2016.
"Con los problemas de voto por correo, el miedo al coronavirus y algo de supresión efectiva de voto para los negros y latinos (tener agentes de policía en los centros de votación asusta a estos grupos demográficos), Trump puede ganar. Reducir el número de votantes del rival es muy poderoso", subrayó Steffen Schmidt, profesor de políticas públicas de la Universidad de Iowa.
La prensa, más importante que los discursos
Históricamente, "los candidatos presidenciales suben en las encuestas después de sus convenciones", al reforzar la confianza en ellos de sus simpatizantes menos entusiastas, y es probable que eso se repita en el caso de Trump, indicó a Efe una profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de San Diego, Casey Domínguez.
Pero solo una pequeña minoría de los estadounidenses siguen en directo las convenciones: apenas 17 millones se conectaron a la primera noche del cónclave republicano, un 24% menos que los que siguieron la apertura de ese mismo acto en 2016, según datos de Nielsen.
Por eso, el éxito de la estrategia de Trump depende en buena parte "de la cobertura mediática, porque hay mucha más gente expuesta a la que ve la propia convención", explicó Domínguez.
En el mismo sentido, Hult recuerda que en la historia reciente ha sido "improbable que las convenciones tengan un efecto positivo" significativo en los votantes, porque "los altos niveles de polarización lo filtran casi todo a través del prisma de la afiliación partidista".
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación