La canciller alemana, Angela Merkel, ha calificado este lunes de "completamente inaceptable" la política actual de Turquía con los refugiados, después de que el Gobierno turco abriera la frontera para permitir la salida de quienes desean viajar hacia Europa.El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, decidió abrir las fronteras como resultado de la escalada del conflicto militar en la provincia siria de Idlib (noroeste) y avisó a los países europeos de que los migrantes y refugiados llegarán "por millones" a Europa y subrayó que tendrá ahora que "compartir la carga".En este contexto, Merkel ha especificado que "entiende" que Turquía espere más apoyo de Europa, pero también ha precisado que el país "enfrenta una tarea muy grande". Sin embargo, ha rechazado que Ankara haya lidiado con su "insatisfacción" con la Unión Europea "a espaldas de los refugiados", según ha recogido el diario alemán 'Die Welt'.
Merkel advierte a los refugiados que la ruta hacia la UE no está abierta
Por otra parte, el Gobierno alemán ha advertido este lunes a los refugiados y migrantes que atraviesan Turquía de que la ruta hacia la Unión Europea no está abierta."En este momento estamos viendo una situación extremadamente desconcertante en las fronteras exteriores de la UE con Turquía, en tierra y mar", ha indicado el portavoz del Gobierno Steffen Seibert en Berlín, según ha informado la agencia de noticias alemana DPA."Estamos viendo a refugiados e inmigrantes a los que se les dice desde el lado turco que la ruta hacia la UE está ahora abierta. Y por supuesto que no lo está", ha zanjado.Asimismo, Seibert ha destacado que "siguen siendo válidas" las declaraciones de Merkel, cuando aseguró que no se repetiría la política de brazos abiertos de Alemania hacia los refugiados de 2015.
Que los refugiados no sean instrumentalizados
Por su parte, el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, ha pedido que los refugiados no sean instrumentalizados. "No debemos permitir que los refugiados se conviertan en el juguete de los intereses geopolíticos", ha señalado Maas.También ha añadido que la Unión Europea sigue dispuesta a contribuir a la prestación de una atención digna a los refugiados en Siria y Turquía, y ha llamado a no dejar sola a Grecia.En cuanto a Turquía, Maas ha reconocido que el país está soportando una "pesada carga" con el alojamiento de "ahora casi cuatro millones de refugiados". No obstante, ha considerado que la Unión Europea debe recordar al país sus obligaciones.El ministro de Interior turco, Suleiman Soylu, aseguró el domingo que más de 100.000 migrantes habían cruzado la frontera de Turquía desde la provincia de Edirne, en el norte, con destino a Grecia y Bulgaria.
Gas lacrimógeno y granadas cegadoras contra los migrantes
Según la Organización Internacional para las Migraciones, alrededor de 13.000 personas han permanecido en la zona fronteriza soportando temperaturas gélidas desde el anuncio turco. Las fuerzas de seguridad griegas utilizaron gas lacrimógeno y granadas cegadoras contra los migrantes en la frontera.Atenas también anunció que los procedimientos de asilo para los nuevos migrantes que habían entrado ilegalmente se suspenderían durante un mes y que los detenidos serían devueltos directamente a sus países de origen sin necesidad de registrarse.
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