Se confirma una de las noticias que se esperaban de esta segunda vuelta de las elecciones legislativas de Francia: el bloque macronista de Ensemble no consigue quedar por delante del bloque de izquierdas del Frente Popular y, por tanto, no podrá gobernar. El centro de Emmanuel Macron ha ganado 168 asientos en la Asamblea Nacional y la representación de la coalición de izquierdas asciende hasta los 182 escaños.
Además, la Agrupación Nacional de Marine Le Pen, aunque no ha conseguido ganar las elecciones, tiene más representación que nunca en la Cámara, dejando la Asamblea Nacional en manos de los extremos ante un centro que aunque ha logrado una segunda posición, queda debilitado.
La decisión del presidente de la República de adelantar las elecciones legislativas —que no tenían por qué convocarse antes de 2029— tras el batacazo en las elecciones al Parlamento Europeo del pasado 9 de junio —consiguió menos de la mitad de votos que la derecha de Le Pen—, no ha acabado de salir bien. "Confío en la capacidad del pueblo francés de tomar la decisión más justa para ellos y para las generaciones futuras", dijo el presidente cuando se dirigió a la nación. Por no querer "resignarse" al voto de la izquierda y a la derecha, "nacionalistas y demagogos", como él mismo los calificó, decidió jugársela a la carta del adelantamiento electoral con el objetivo de preservar el centro ante la polarización política del país.
En el caso de la derecha de Le Pen, ha conseguido ponerle un claro freno, después de que se temiese su mayoría absoluta después de los resultados de la primera vuelta de hace solo siete días. En cuanto a la izquierda se refiere, Mélenchon mejora sus resultados hasta el punto de ser primera fuerza política del país.
El pasado domingo (30 de junio) Agrupamiento Nacional (RN) -el partido de Le Pen- fue la fuerza más votada en la primera vuelta de las elecciones legislativas con el 33% de los votos, seguida por la coalición de Nuevo Frente Popular como la segunda con un 28%. Ahora, el lepenismo se ha quedado como tercera fuerza, con 143 asientos en el Parlamento.
El macronismo, que llevaba 7 años como principal fuerza política, quedaba en la primera vuelta relegada a un tercer lugar con el 20,8%.
Con este reparto de votos, que los sondeos creían que sería similar al de esta segunda vuelta, Francia se topa de frente con un problema: el macronismo tendrá que plegarse ante una extrema izquierda cuya agenda política dista mucho de las reformas que pretende hacer el presidente.
Desde luego, la alta participación antoja un cambio histórico en la política francesa, como ya sucediese en 1981 con François Mitterrand. Desde entonces no se había visto una actividad política tan alta en el país. Las últimas elecciones, las de 2022, debían extender la actual legislatura hasta 2027. Ahora, al adelantarse a 2024, sea cual sea el resultado, deberá mantenerse hasta 2029.
Resultados de la primera vuelta de las elecciones en Francia
La primera vuelta de las elecciones a la Asamblea francesa confirmó la victoria de la Agrupación Nacional con un 29,25% de los votos -junto a sus aliados de la Unión de la Extrema Derecha (UXD), alcanzó el 33,15%-, mostrando la pérdida de confianza del electorado en la propuesta del presidente Macron. ENS Ensemble quedó tercero, con el 20,04% de los sufragios.
El Nuevo Frente Popular (NFP), la alianza de izquierdas de la Francia Insumisa, el Partido Socialista, los ecologistas y el Partido Comunista ocupó el segundo lugar, con el 27,99% de los apoyos.