Al menos 51 personas han muerto y 223 han resultado heridas este miércoles a causa de la nueva oleada de bombardeos lanzada a lo largo de la jornada por el Ejército de Israel contra Líbano, según el último balance ofrecido por las autoridades libanesas.
El ministro de Sanidad de Líbano, Firas Abiad, ha indicado en una rueda de prensa que los ataques de hoy se han saldado por el momento con un total de 51 víctimas mortales, si bien ha situado el total de fallecidos en los ataques perpetrados por las fuerzas israelíes durante los últimos días en 585.
"Los hospitales están haciendo todo lo posible para sacar adelante los planes establecidos y salvar vidas. Hemos contabilizado 585 muertos, incluidos 50 niños y 94 mujeres", ha indicado Abiad, según informaciones recogidas por el diario 'An-Nahar'. Asimismo, ha cifrado en 1.835 los heridos, que han sido trasladados a un más de medio centenar de hospitales de todo el país.
Informaciones preliminares de las autoridades libanesas apuntaban a cerca de una veintena de muertos, tres de ellos residentes de la ciudad de Maisaara, de mayoría chií y situada a más de cien kilómetros de la frontera entre Líbano e Israel. Fuentes citadas por el diario libanés 'L'Orient-Le Jour' han indicado que la vivienda bombardeada sería la de la familia de Alí Amro, un miembro del partido-milicia chií Hezbolá muerto en un ataque israelí en agosto en Hula (sur).
En este sentido, informaciones en medios locales indican que la casa sería propiedad del jeque chií Mohamad Amro, un responsable de Hezbolá en el sector de Monte Líbano y Norte, si bien el grupo libanés no se ha pronunciado por ahora y se desconocen las identidades de las víctimas del bombardeo.
Horas antes, el Ejército israelí había confirmado "una nueva oleada de ataques" contra "objetivos terroristas" de Hezbolá en territorio de Líbano, en el marco de una campaña de ataques aéreos recrudecida desde la jornada del lunes.
Así, ha especificado que en lo que va de día ha atacado "más de cien objetivos" usando "decenas de aviones de combate". "Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) siguen atacando en estos momentos en Líbano", ha dicho, en lo que describe como una campaña "amplia" de bombardeos contra el país.
Por su parte, el portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichai Adrai, ha indicado a través de un mensaje en su cuenta en la red social X que los libaneses que han abandonado sus hogares tras los avisos de Israel no deben volver a sus hogares "hasta nuevo aviso".
Dos refugios abiertos
La oleada de bombardeos israelíes ha elevado a cerca de 500.000 los desplazados en el país, según ha afirmado el ministro de Exteriores libanés, Abdalá bu Habib. "Teníamos 110.000 desplazados y ahora esta cifra se está acercando al medio millón", ha señalado durante un acto organizado por el 'think tank' Carnegie Endowment for International Peace retransmitido por el organismo a través de su canal en YouTube.
Ante esta situación, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ha anunciado la apertura de dos de sus refugios de emergencia para acoger a desplazados. La organización ha detallado que se trata de la escuela Tubas, en Nahr el Bared (norte), y el Centro de Formación Siblin (sur).
"Ante la escalada del conflicto en Líbano, la UNRWA ha abierto dos refugios, que acogen ahora a 500 refugiados palestinos y otros desplazados", ha dicho la directora del organismo en el país, Dorothee Klaus, quien ha recalcado en su cuenta en X que trabaja con las autoridades para abrir otro centro en Beirut y una escuela en Sidón.
La UNRWA ha dicho que sus equipos están en estos refugios para recibir y apoyar a los desplazados y ha agregado que ha provisto a estas instalaciones de alimentos y suministros no alimentarios para apoyar a los desplazados. Además, ha entregado suministros en la localidad de Al Uardaneyé para apoyar a los desplazados alojados en la zona.
"Estamos haciendo todos los esfuerzos posibles para apoyar a las personas desplazadas en estos tiempos difíciles. Esperamos que la paz se restablezca pronto", ha reseñado Klaus. "Quiero extender mi agradecimiento a todos mis colegas, especialmente a aquellos que trabajan para apoyar a los desplazados en estos tiempos difíciles", ha zanjado.
Las hostilidades en la región estallaron después de que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas lanzaran el 7 de octubre una serie de ataques contra Israel que dejaron casi 1.200 muertos y más de 250 rehenes. El Ejército israelí inició entonces una cruenta campaña militar contra Gaza que se salda por el momento con cerca de 41.500 muertos, a los que se suman más de 700 palestinos muertos en Cisjordania y Jerusalén Este.
Los ataques del 7 de octubre, denominados 'Inundación de Al Aqsa' por Hamás y sus aliados, llevaron además a la apertura del frente en la frontera entre Israel y Líbano, con combates constantes desde hace más de once meses. Además, los hutíes y milicias proiraníes de Irak han lanzado misiles y drones contra Israel --que ha ejecutado bombardeos contra territorio de Líbano, Siria y Yemen-- en respuesta a su ofensiva contra Gaza.
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