Marie Trainer, de 54 años y residente en Ohio (EEUU), no podía imaginar las consecuencias que podía traerle un simple lamido de su perro. El canino chupó un pequeño rasguño que tenía en su brazo, provocándole una repentina subida de temperatura. A la fiebre, se le sumaron constantes naúseas.
Estos síntomas alertaron a la mujer, que decidió acudir a un servicio de urgencias donde la situación continuó agravándose. El cuerpo desarrolló sepsis y gangrena, por lo que los médicos decidieron inducirla al coma.
Trainer, estilista y dueña de un salón de belleza, estuvo en coma durante diez días. En este tiempo, le tuvieron que amputar los dos brazos y las dos piernas. “Cuando abrí los ojos no sabía dónde estaba”, señaló Marie a Fox 8. “Fue muy difícil descubrir que tenían que quitarme las piernas y los brazos... Fue muy difícil lidiar con ello”.
La mujer tuvo que ser intervenida en ocho ocasiones y lleva más de 80 días ingresada en el hospital. Trainer fue contagiada de la bacteria capnocytophaga cuando su perro le lamió el pequeño rasguño de su brazo. Al entrar en contacto la saliva del animal con la sangre de la mujer, la bacteria se introdujo en el cuerpo provocando este fatal desenlace.
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