Ali David Sonboly, el joven germano-iraní de 18 años que el viernes mató a nueve personas en un centro comercial de Múnich estaba desde del verano pasado "ocupado" con el ataque. La Policía ha informado este domingo de que el autor del tiroteo hace un año llegó a visitar el escenario de otra matanza escolar y que compró el arma por internet.
Según ha explicado en rueda de prensa el presidente de la Oficina de Investigación Criminal de Baviera, Robert Heimberger, el joven dejó escrito un "manifiesto" sobre sus hechos que está siendo analizado. Las autoridades también han señalado que el estudiante estaba en tratamiento psiquiátrico por ansiedad y depresión y tenía medicamentos en casa, aunque no se sabe si los estaba tomando. En 2015 el joven había estado ingresado dos meses y ahora se encontraba en tratamiento ambulatorio por sus "fobias sociales", ya que le generaba ansiedad entrar en contacto con otras personas.
La fiscalía de Múnich ha insistido en que no había "ninguna motivación política" tras el ataque y no eligió a sus víctimas por nacionalidad o algún otro motivo. El joven de 18 años había recopilado documentación sobre otras matanzas e incluso hace un año visitó Winnenden, donde en 2009 el joven Tim Kretschmer irrumpió armado en su antiguo colegio para empezar una matanza que le costó la vida a 15 persona. Kretschmer acabó suicidándose acorralado por la policía, tras una huida de 40 kilómetros, vestido con un uniforme paramilitar y armado con la pistola Beretta con la que había asesinado a sangre fría a nueve estudiantes y seis profesores.
El ministro de Interior de Baviera, Joachim Herrmann, confirmó en declaraciones a la emisora regional BR la obsesión del joven germano-iraní "desde hace mucho tiempo" con este tipo de matanzas sangrientas, como la protagonizada también por el noruego Anders Behring Breivik. Sonboly se había bajado también de Internet textos de Breivik, el ultraderechista noruego que hace justo cinco años cometió un doble atentado en Oslo y en la vecina isla de Utøya y mató a 77 personas.
Los datos que hasta ahora han recopilado las autoridades apuntan a que el joven compró por internet la pistola que utilizó para perpetrar la matanza pero utilizando conexiones encriptadas. El arma procedía de República Checa o Eslovaquia y al parecer había sido inutilizada, pero fue modificada para que pudiera volver a disparar. Por el momento se desconoce si fue el propio sospechoso el que modificó la pistola para que se pudiera reutilizar, pero el arma está siendo examinada por los expertos. Sí se sabe que el número de serie fue borrado, lo que dificulta en extremo su trazabilidad.
El padre del joven alertó a la policía cuando reconoció a su hijo en los vídeos de vigilancia
Por otra parte, las autoridades han señalado que el padre del joven reconoció a su hijo en uno de los primeros vídeos que comenzaron a circular en internet sobre la matanza y alertó a la policía. Tras visionar los vídeos de vigilancia, el padre se dirigió a una comisaría de policía para informar de sus sospechas. El vídeo en el que le reconoció fue ampliamente difundido en la tarde del viernes por las redes sociales y los medios de comunicación y en él se ve al joven salir de un restaurante de comida rápida y comenzar a disparar a los viandantes.
Los padres del joven se encuentran conmocionados y todavía no han podido ser interrogados por la policía. La policía ha confirmado la autenticidad de otro de los vídeos más difundidos, en el que el joven aparece sobre la azotea de un aparcamiento e intercambia gritos con un vecino que le graba desde un balcón. Según la investigación, fue grabado al final del ataque y después no se registraron más víctimas.
El sonido del vídeo no es bueno y, según la transcripción realizada por el diario Süddeutsche Zeitung, el joven se define como alemán, de un barrio de Hartz IV (con alto porcentaje de receptores de ayuda social) y grita: "Por vosotros he sufrido 'mobbing' (acoso) durante siete años; tuve que comprarme un arma y mataros a todos"
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