El premio Nobel de la paz y expresidente de Sudáfrica Nelson Mandela ha fallecido este jueves en Johannesburgo a los 95 años de edad. Mandela fue ingresado el pasado 8 de junio en estado "grave pero estable" por una recaída de una infección pulmonar, contraída durante sus 27 años de detención en las cárceles del régimen racista del apartheid.
Fue el domingo 23 de junio cuando la Presidencia del país africano anunció por primera vez que la situación de Madiba, como se conoce popularmente a Mandela, era crítica, coincidiendo con la visita al hospital del jefe de Estado, Jacob Zuma. "Lo observamos, lo vimos, y después hablamos con los médicos y con Graça Machel (la esposa de Mandela)", indicó el mandatario, tras la visita.
Días después, la hija mayor del expresidente, Makaziwe Mandela, indicó que se encontraba en estado "muy crítico". "Puede pasar cualquier cosa de forma inminente", declaró en una entrevista a la radio pública SAFM. "No quiero mentir, no tiene buen aspecto", agregó. Tras más de dos meses de ingreso, el 1 de septiembre Mandela abandonó el hospital, aún en estado crítico. Tras el ingreso, recibía tratamiento en su domicilio de Johannesburgo, convertido en una unidad de cuidados intensivos desde que fuera trasladado del hospital de Pretoria.
Pese a las mejoras comunicadas por la familia y la Presidencia desde entonces, el pronóstico del mandatario no ha mejorado hasta el momento.
Este martes, la hija mayor de Mandela anuncio que su padre se encontraba "muy fuerte" y "valiente" incluso en su "lecho de muerte. "Tata ("papá" en zulú) todavía está con nosotros. Muy fuerte, muy valiente incluso, a falta de una palabra mejor, en su lecho de muerte. Creo que todavía nos está enseñando lecciones. Lecciones de paciencia, de amor, de tolerancia", señaló Makaziwe en una entrevista concedida a la cadena de televisión pública SABC.
Zuma calificó a Mandela como "padre de la democracia" sudafricana, al recordar que "sacrificó su vida" por esta causa, y que ha sido el preso político que más tiempo ha pasado entre rejas en Sudáfrica. Tras las elecciones de 1994, se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica, después de casi siete décadas de lucha contra el sistema segregacionista.
Elegido premio Nobel de la paz en 1993, junto con el entonces presidente sudafricano, Frederik W. de Klerk, Mandela encabezó la transición pacífica a la democracia. En sus cinco años como presidente, afianzó una improbable paz racial, después de más de cuatro décadas de racismo institucionalizado impuesto por la minoría blanca.
La última aparición pública de Mandela se remonta a la ceremonia de clausura del Mundial de Fútbol de 2010 celebrado en Sudáfrica, que ganó España.
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