El Gobierno ya ha completado la operación de evacuación de los 127 españoles que se encontraban en Nepal en el momento del terremoto, que entre este martes y el miércoles serán repatriados desde Nueva Delhi a España, mientras continúa la búsqueda de otros 103 ciudadanos en el país del Himalaya. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, se ha dado por satisfecho del resultado, aunque ha manifestado que lo estará al completo cuando se localice a esos 103 españoles aún en paradero desconocido y que en su mayoría son turistas.
Este martes mismo se localizó a través de un teléfono satélite a los cinco españoles que estaban en el Annapurna. Además de estos 103, quedan en Nepal otros 245 españoles que ya están contactados por los servicios consulares y diplomáticos del Ministerio. En total, han sido 498 los españoles que se han visto afectados por el terremoto.
Del total de españoles que han salido de Nepal, 23 lo lograron por sus propios medios, en tanto que las gestiones del Gobierno han llevado a evacuar a un total de 127 en tres aviones distintos. De esos 127 rescatados del aeropuerto de Katmandú, doce ya han abandonado Nueva Delhi por sus propios medios y el resto lo harán entre la noche de este martes y el miércoles. Cuarenta y cuatro ciudadanos viajarán este martes en el Airbus 310 de la Fuerza Aérea Española en el que regresa a Madrid García-Margallo. Otros 71 españoles saldrán previsiblemente el miércoles en el avión que el Gobierno ha fletado para la repatriación.
"Escombros y gente muerta"
Los primeros españoles evacuados llegaron a Nueva Delhi cansados, agradecidos al Gobierno y enfadados con las autoridades del país del Himalaya, en cuya capital, Katmandú, "no hay ciudad, no hay patrimonio histórico, sólo escombros y gente muerta". Se trata de los primeros europeos que han salido de Katmandú y llegaron al aeropuerto de la capital india en un vuelo comercial de la compañía Spicejet.
Después de que el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, recibiera en el aeródromo a los primeros 36 españoles, que agradecieron las gestiones del Gobierno para sacarlos de Nepal, esta madrugada el Airbus 310 de las Fuerzas Aéreas Españolas ha llegado a Nueva Delhi con el segundo grupo de españoles evacuados de Nepal. "Ya están en casa", dijo el jefe de la diplomacia española al recibirlos en Nueva Delhi.
Jonathan Herranz, un extremeño de 27 años que llevaba 19 días en Katmandú de turismo, relató que ha sido "la peor experiencia del mundo" y que están "bastante mal" tras haber estado más de 50 horas "encerrados" en el aeropuerto nepalí sin agua ni comida. Su viaje finalizó cuando ese 25 de abril por la mañana el suelo tembló en Nepal.
El resto de españoles que vayan apareciendo serán repatriados en vuelos comerciales
El taxi en el que viajaba camino del aeropuerto para coger un vuelo a Japón sufrió un accidente. "Fue un accidente con muchos coches, se nos cayeron farolas, en el coche que yo iba fallecieron dos personas", recuerda Jonathan. "Corrí 45 minutos en shock hacia el aeropuerto. Se veían cabezas, brazos, ríos de sangre y gente muy preocupada. La ciudad está en el suelo. No hay ciudad, no hay patrimonio histórico, se ha destruido totalmente", insiste este joven español. Psicológicamente no se encuentra bien y tiene varios esguinces en la espalda y contracturas, por lo que está deseando que le vea un médico, lo que hará en cuanto llegue al hotel.
La Embajada española en Nueva Delhi, con Gustavo de Arístegui al frente, se encargará del alojamiento y manutención de todos los españoles, que subrayan que las condiciones en el aeropuerto de Katmandú y la atención de las autoridades nepalíes "ha sido pésima".
"Estoy orgulloso de estar en España, tener un Gobierno como el mío que por lo menos me saca de una catástrofe como esta y no intenta estafarme como Nepal. Nos han robado, nos han estafado", asegura Jonathan con lágrimas en los ojos. Y lo resume así: "Nos han tratado como a perros". Sin agua, ni comida, ni mantas, con frío y lloviendo y "con las autoridades con escopeta metiendo presión para sacar a los suyos". "Yo soy adulto, pero había muchos niños", añade.
La prioridad de las autoridades era rescatar a los indios y a los chinos. "Sólo había atención primaria para ellos. Cada botella de agua la vendían a diez dólares. Nos robaron a todos", explica. Asegura que la ayuda humanitaria y de emergencia que ha ido llegando al país del Himalaya "no se está viendo". "La mercancía está llegando al aeropuerto y de ahí no sale", precisa.
"Nos han tratado como a perros. Sin agua, ni comida, ni mantas", asegura uno de los españoles evacuado
Fueron peores las réplicas que el propio terremoto, recuerda Jonathan, en lo que coincide con el montañero de Guipúzcoa Mikel Angeru, que vive en Katmandú y está casado con una nepalí. El seísmo le sorprendió en su agencia de viajes, y justo a su lado se cayó un edificio de siete plantas. Jonathan dio en Nepal por finalizado su viaje que iba a durar seis meses más y se despide de los periodistas españoles -fue el único que quiso hablar con la prensa- con una recomendación: no viajar nunca a Nepal. Aunque le va a costar olvidar esta tragedia, tiene un recuerdo para otros españoles que se encuentran en el Everest. "Estamos preocupados. Hay muchos españoles que no están localizados", ha dicho.
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