Más de un millar de personas han sido detenidas esta madrugada en las calles de Francia a la espera del funeral, este sábado en la ciudad de Nanterre, del joven Nahel M., cuya muerte el pasado martes a manos de la Policía detonó las protestas más violentas de los últimos años en el país.
El último balance de las autoridades francesas cifra los detenidos en 1.311 durante esta madrugada, incluidos 406 en París y alrededores, a los que se suman 79 policías y gendarmes heridos, según el último balance del Ministerio del Interior, recogido por la cadena BFMTV.
A pesar del descenso de la violencia, el Ministerio ha constatado en torno a 1.350 vehículos y 234 edificios incendiados o dañados, así como otros 2.560 Se registraron incendios en la vía pública. En total, se habían movilizado 45.000 policías y gendarmes.
"Va a ganar la república, no los alborotadores", ha declarado esta madrugada el ministro del Interior, Gérald Darmanin, de visita en Mantes-la-Jolie (Yvelines). Si bien Darmanin ha indicado que la violencia en París ha disminuido durante las últimas horas, ha reconocido que la situación en Marsella y Lyon sigue siendo "inaceptable".
Siete de los agentes heridos, según fuentes policiales a 'Le Figaro', habrían recibido disparos un arma de fuego en la ciudad de Lyon. Uno de los policías recibió heridas en un ojo y en una mejilla, y tendrá que someterse a una cirugía. "Lo que le salvó la vida fue que se encontraba relativamente lejos del tirador, a unos 20 metros", según estas fuentes. La Policía de la ciudad ha confirmado 35 agentes heridos y 58 detenciones.
Sobre la posibilidad de declarar un estado de emergencia, Darmanin ha querido llamar a la prudencia. "El Ministerio del Interior está listo para aumentar aún más su posición de fuerza si alguna vez las cosas se deterioran, lo que no es el caso esta noche", según el ministro, antes de recordar que se trata de un dispositivo que "ha sido llamado cuatro veces en sesenta años", y ha mencionado que en 2005, durante anteriores disturbios populares, fue desplegado al décimo día.
Mientras tanto, el secretario del sindicato de Policía de Bouches-du-Rhône, Rudy Manna, ha descrito "escenas de guerrilla" en Marsella, una ciudad donde "los resultados de la noche se pueden resumir en una palabra: "apocalípticos". En esta ciudad un grupo de 30 jóvenes ha asaltado una armería en la que han robado varios rifles de caza, pero según fuentes policiales sin munición.
De acuerdo con el último balance local de este sábado, Marsella ha sido el escenario de 95 detenciones, con cuatro policías heridos. Allí han llegado en las últimas horas nuevos refuerzos a petición del alcalde, Benoit Payan.
También se tiene constancia de enfrentamientos en Grenoble y en Metz, ciudad esta última donde la biblioteca del barrio de Borny ha sido incendiada "sin que los bomberos pudieran hacer nada para impedirlo", según el alcalde, François Grosdidier.
Los territorios de ultramar tampoco se han librado de los disturbios. En Reunión han sido detenidas esta pasada noche 28 personas en medio de 81 incendios registrados por toda la isla, donde se han desplegado 240 agentes de Policía para atajar las hostilidades. Cabe recordar que las autoridades de la Guyana Francesa confirmaron ayer un fallecido en el marco de las protestas si bien se han negado a vincular directamente la muerte con los disturbios a raíz de la muerte de Nahel ya que el territorio llevaba siendo escenario de hostilidades los días previos.
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