Sorpresa rotunda en la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia. Los sondeos indicaban que la Agrupación Nacional de Le Pen iba a conseguir la victoria, pero la coalición de izquierdas, el Nuevo Frente Popular, ha conseguido revertir la situación, convirtiéndose en primera fuerza y relegando a la extrema derecha a la tercera posición, según los primeros sondeos, publicados por Ipsos para France 24.
El NFP ha conseguido, según los sondeos, entre 172 y 192 escaños, consiguiendo que su suelo sea el techo del partido de la oposición, el Ensemble (Juntos) de Macron (150-170 votos). La extrema derecha representada por Marine Le Pen y Jordan Bardella ha quedado relegada a la tercera posición (132-154).
Un segundo sondeo, elaborado por Elabe BFMTV, RMC y 'La Tribune', confirma estos resultados: NFP (175-205 escaños), Juntos por la República (150-175 escaños) y Agrupación Nacional (115-150 escaños).
Cabe destacar que aunque estos son los primeros sondeos de las elecciones, en Francia suelen tener una precisión casi absoluta, por lo que se estima que habrá poca variación respecto a los datos definitivos, que serán anunciados por el Ministerio del Interior francés. Así ocurrió en la primera vuelta, en la que los sondeos calcaron los resultados definitivos.
De este modo, el cordón sanitario propuesto por Macron y seguido por el resto de formaciones han funcionado, mientras que la llamada de Le Pen a conseguir la mayoría absoluta se ha diluido durante la última semana. Un vuelco absoluto a las encuestas, que daban como ganadora a la Agrupación Nacional, aunque sin mayoría absoluta.
Jean-Luc Mélenchon, tras la victoria de su coalición, ha exigido que se proponga un primer ministro del Nuevo Frente Nacional, obligando así a una cohabitación junto a Emmanuel Macron. Lo cierto es que la situación actual es de absoluto bloqueo, ya que Ensemble no está dispuesto a pactar con la Francia Insumisa, la formación de extrema izquierda parapetada dentro de la alianza que lidera Mélenchon, que a su vez son mayoría.
Además, Mélenchon ha exigido que se deje aplicar el programa del NFP sin negociaciones, unas pretensiones que ha rebajado el candidato François Hollande. El expresidente ha dado por hecho que será necesario llegar a acuerdos después de no alcanzar una mayoría absoluta.
"El presidente tiene el poder, tiene el deber de convocar al Nuevo Frente Popular para gobernar", ha señalado Mélenchon tras la victoria del Nuevo Frente Popular. "Las urnas han decidido. Los componentes del NFP, la izquierda unida, han estado a la altura de las circunstancias históricas y han frustrado la trampa tendida al país. Una vez más, han salvado a la República", ha añadido.
Por su parte, Jordan Bardella, en un tono serio y cabizbajo, ha destacado que "la Agrupación Nacional ha hecho su entrada en la Asamblea más importante de toda su historia", aunque ha lamentado que el Nuevo Frente Popular y los macronistas "han decidido paralizar las instituciones" y "privar a los franceses de tener un gobierno que reconduzca la situación del país". "La inseguridad y el desorden fracturan el país, Macron lleva al país a la incertidumbre", ha sentenciado.
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