El canciller alemán Olaf Scholz visitará a partir de mañana Asia Central en una "minigira" que le llevará a Uzbekistán y Kazajistán, un desplazamiento que servirá al jefe del Gobierno alemán para tantear la relación de los países de Asia Central con Rusia algo más de dos años y medio después del inicio de la invasión rusa de Ucrania.
En la Cancillería Federal, los asesores de Scholz dicen permanecer atentos e interesados en una eventual evolución de estos países respecto a la guerra, aunque ni Kazajistán ni Uzbekistán, las dos naciones más relevantes de una región que incluye también Turkmenistán, Kirguistán y Tayikistán, han jugado un papel clave en iniciativas internacionales sobre el conflicto.
Alemania, por su parte, es el país europeo que más apoyo militar ha puesto en manos de Kiev para su defensa ante la agresión rusa. En la comitiva germana reconocen la necesidad de tratar con "sensibilidad" el hecho de que los países centroasiáticos se encuentran en una región dominada en términos geopolíticos por China y Rusia.
Astaná, la capital kazaja, albergará el martes la segunda cumbre del grupo que reúne a esas naciones de Asia Central con Alemania, después de que Scholz haya protagonizado encuentros bilaterales con Shavkat Mirziyóyev presidente de Uzbekistán, el domingo, y, el lunes, con el jefe de Estado de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev.
En la cita que reunirá a Scholz con los líderes de los cinco países de Asia Central, se hará patente la voluntad de Berlín de aprovechar el "gran potencial" que existe, según la Cancillería, para mejorar las relaciones con una región considerada en términos geopolíticos, como el patio trasero de Rusia.
Scholz llegará a la región con la intención de promover, en particular, su modelo alternativo de cooperación, un esfuerzo en el que se enmarca el "Acuerdo Estratégico Regional" firmado por Alemania y los cinco países asiáticos en la cumbre a seis bandas celebrada en Berlín hace un año.
Berlín propone su modelo de cooperación
En la Cancillería Federal diferencian el modelo alemán de cooperación, en particular, del modelo chino, caracterizado en Berlín por su esencia "extractiva" de recursos.
Berlín defiende que Alemania se orienta en su acción exterior a facilitar que se establezcan empresas en países ricos en materias primas para aportar allí conocimiento industrial.
Un ejemplo es Serbia, país balcánico rico en litio con el que Berlín ha logrado un acuerdo con el que facilitar la cooperación con empresas del sector automovilístico como Daimler y Stellantis, interesadas en dicho recurso para el desarrollo allí de baterías eléctricas.
Con este modelo en mente, el canciller, que viajará acompañado de una delegación de representantes empresariales, pasará gran parte del tiempo de su visita en Kazajistán, la mayor economía de Asia Central y el mayor socio comercial de la región para Alemania, pues en 2023 ambos países intercambiaron bienes y servicios por unos 8.750 millones de euros.
En Uzbekistán, país con el que Alemania comerció en 2023 por un montante estimado en unos 1.200 millones de euros, se espera que Scholz rubrique el lunes junto a Mirziyóyev un acuerdo migratorio con el que Berlín aspira a satisfacer parte de las necesidades de mano de obra cualificada que presenta la economía germana.
Dicho acuerdo justificará la presencia en ese país asiático, que comparte frontera con Afganistán, de la ministra del Interior, Nancy Faeser.
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