Naciones Unidas ha anunciado este sábado la reanudación del proceso de paz en Yemen con los primeros pasos para la confección de una nueva hoja de ruta que comprenderá, entre otros objetivos, un alto el fuego de ámbito nacional, el pago de salarios atrasados o el pleno funcionamiento de la industria del petróleo, con vistas a terminar con casi una década de guerra en el país a través de negociaciones en firme.
El anuncio realizado por el enviado especial del Secretario General de la ONU, Hans Grundberg, tiene lugar tras una serie de reuniones entre el presidente del Consejo de Liderazgo Presidencial, Rashad al Alimi, por parte del Gobierno yemení, y el negociador jefe del movimiento hutí Ansarulá, Mohamed Abdul Salam, en Riad (Arabia Saudí) y Mascate (Omán).
Durante el último año y medio, Yemen ha vivido en medio de una disminución de la violencia después de una tregua que finalizó formalmente en octubre de 2022, si bien sus términos se han mantenido en gran medida hasta ahora, incluso sin un acuerdo formal entre la insurgencia hutí y el Ejército yemení, las partes en conflicto.
Se trataba, cabe matizar, de una tregua acompañada de un histórico intercambio de prisioneros y alentada por el acercamiento entre Irán y Arabia Saudí, aliados respectivos de hutíes y Gobierno yemení que, no obstante, en modo alguno podía ser considerada como un paso previo a una posible negociación de paz en firme como la anunciada este sábado.
No obstante, los recientes ataques hutíes contra los barcos que navegan en el mar Rojo, en solidaridad con la causa palestina durante la guerra entre Hamás e Israel, han estado a punto de provocar un nuevo colapso del conflicto, meses después de escaramuzas y violencia en algunos puntos del país.
Ahora, la hoja de ruta de la ONU incluirá, entre otros elementos, el compromiso de las partes de implementar un alto el fuego a nivel nacional, el pago de todos los salarios del sector público, la reanudación de las exportaciones de petróleo, la apertura de carreteras en Taíz y otras partes de Yemen y y la relajación de las restricciones en escalas comerciales como el aeropuerto de Saná y el puerto de Hodeida.
La hoja de ruta también "establecerá mecanismos de preparación y de puesta en práctica de un proceso político bajo potestad yemení y los auspicios de la ONU", de acuerdo con el comunicado publicado este sábado por la misión de la ONU en el país.
Grundberg ha querido expresar su "profundo agradecimiento por el papel clave desempeñado" por Arabia Saudí y Omán en su apoyo a las partes para llegar a este punto, y ha instado tanto al Gobierno yemení como a los hutíes a que ejerzan "la máxima moderación en este momento crítico" para permitir "un entorno propicio para el diálogo y la conclusión exitosa de un acuerdo sobre la hoja de ruta".
La guerra en Yemen ha terminado por hundir al que era uno de los países más pobres del mundo en la peor catástrofe humanitaria en la actualidad, según Naciones Unidas. Más de 21 millones de yemeníes (dos terceras partes de la población) necesitarán ayuda humanitaria este año y de ellos 17 millones deberán recibirla con carácter urgente para sobrevivir.
El conflicto ha dejado casi 380.000 fallecidos, bien por los combates o por el hambre y las enfermedades; más de 85.000 de ellos niños, a los que hay que sumar cuatro millones de desplazados, según los datos que barajan las agencias de la ONU.
"Treinta millones de yemeníes están observando y esperando esta nueva oportunidad de lograr resultados tangibles y avances hacia una paz duradera", ha manifestado Grundberg.
"Las partes han dado un paso significativo y sus compromisos son, ante todo, una obligación para con el pueblo yemení de avanzar hacia un futuro que satisfaga las aspiraciones legítimas de todos los yemeníes. Estamos listos para acompañarlos en cada paso del camino", ha concluido.
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